La historia de Corina Fernández se hizo conocida por ser el primer caso que llegó a juicio por tentativa de femicidio en Argentina. En el año 2010, se pudo ver a la mujer en diferentes noticieros, diarios y programas de prime time, contando su caso: luego de una larga temporada de violencia y amenazas, su ex pareja Javier Weber le disparó seis veces, tres de esas balas impactaron en su cuerpo y dos continúan alojadas en su pulmón.
La película dirigida por Gabriel Arbós intercala los testimonios frente a cámara de su protagonista –desde que conoció a Weber– junto a escenas dramatizadas por parte de Ana Celentano y Alejo García Pintos. “Es muy triste haber estado diecisiete años con alguien y no poder recordar un minuto feliz”, dice la sobreviviente, quien evoca ese período como un verdadero calvario.
Mientras su pareja -adicto al paco- estaba tirado en un sillón haciéndole escenas de celos, Fernández tenía tres empleos para poder mantener a sus dos hijas y a él. Inserta en un círculo de violencia, limitada por ciertos comportamientos controladores y aislada de sus seres queridos-características que se repiten en casos como éste- el maltrato por parte del hombre se fue naturalizando hasta llegar a un punto extremo: primero fueron golpes, y finalmente, los impactos de un calibre treinta y dos.