Un mal paso de comedia
Dos amigas tienen al mismo hombre como objetivo de sus vidas. El muchacho fue novio de una de ellas y está a punto de casarse con la otra. Al día siguiente de su cumpleaños número 30, una de las chicas amanece en la cama junto a su ex novio. A partir de esa circunstancia los caminos a transitar no son muchos. El límite entre lo humorístico y lo patético es lo que distingue a una buena comedia y en el filme de Luke Greenfield falta ese equilibrio. Pero más allá del conductor de la película, la falla principal se encuentra en su guión. En una comedia el acuerdo básico es tomar todo desde un mismo ángulo y soslayar lo hiriente, porque su existencia no es pertinente. Crueldades injustificadas, presentadas como gags, y risas que bien podrían ser lágrimas enmarcan esta confusión que no satisface ni a la comedia ni al drama.