Anexo de crítica: Si de comedias románticas fallidas se trata, No me quites a mi novio es un elocuente botón de muestra de la torpeza a niveles insólitos que confunden histeria femenina con algo parecido al humor. Si sólo se tratase de la poca química de las dos parejas en cuestión con una Kate Hudson más ridícula que de costumbre no hubiese sido tanto el mal rato aunque la gracia y la comicidad nunca lleguen al convite. Nada funciona y eso en una película liviana es muy pesado para el espectador.