Dos amigas, el novio de una, el amor de la otra y un tercero, que es amigo, confidente pero quiere ser algo más. ¿Les suena conocido? Bueno, de eso se trata esto.
Realmente mis líneas iniciales dan cuenta de que “No me quites a mi novio” no es una historia que no hayamos visto alguna vez, y aunque intenté buscar algún punto a favor, solo puedo decir que es la típica película que las mujeres nos gusta ver un domingo a la tarde. Y es todo.
Rachel (Ginnifer Goodwin) acaba de cumplir 30 años y se da cuenta que no ha logrado mucho de lo que se propuso en su vida. Es una abogada laboriosa e inteligente que sigue estando sola cuando ya podría estar casada y con hijos. Darcy (Kate Hudson) es su mejor amiga. Bella, carismática e insoportable a la vez, es quien está a punto de casarse con Dex (Colin Egglesfield), compañero de la escuela de leyes de Rachel y de quien ella está profundamente enamorada.
En su fiesta de cumpleaños sorpresa, algo cambia el curso de sus vidas cuando ambos pasan una noche juntos. Y ahí surgirán los entretelones de esta cinta, donde ella comenzará a ver la otra cara de su amiga Darcy, entenderá cómo y por qué siempre ha quedado relegada en la historia entre los tres, y deberá decidir entre ser fiel a su mejor amiga o a sí misma. En el medio de este trío, está Ethan (John Krasinski), gran amigo de Rachel y quién la acompañará en la búsqueda más sana para resolver su situación.
En términos generales, el filme no goza de mérito de ningún tipo, salvo la actuación de John Krasinski que levanta cada escena en las que participa y le da ritmo a una historia que viene en caída. “No me quites a mi novio” se torna por momentos muy aburrida, sin elementos que permitan excluirla de la lista de las clásicas comedias románticas que rápidamente quedan en el olvido y que resucitan solo para televisión. Los momentos de tensión narrativa se disipan en escenas de menor importancia y los momentos de no-inflexión quedan invertidos por momentos de menor importancia narrativa pero si de valioso contenido a nivel de creación de la escena, las actuaciones, y los diálogos. (ver a Ethan cuando habla con Rachel en Londres).
La Kate Hudson de “Casi Famosos” es solo un lindo recuerdo, sus últimos filmes son todos iguales y en ellos, vuelve a repetir sus mismos gestos, sus mismas caras (de nada) y su misma actuación. Pareciera que una está viendo la misma película como si fuera una gran secuela. ¡Lamentable! Ginnifer Goodwin desarrolla un papel bien pero sin mucho lucimiento actoral. Colin Egglesfield, es una cara muy bonita que aún no sale de pose de modelo de donde surgió. Las escenas de perseguir a Goodwin pareciera que viene Terminator y no un joven enamorado (si no me creen, miren el tráiler).
Efectivamente, el trabajo de su director Luke Greenfield no es nada relevante. El guión adaptado del best seller de Emily Griffin podría haber estar mejor elaborado . Y a modo de reflexión en la última línea, que Hudson comience a cambiar el rumbo de su carrera porque se va a pique como este filme. Una pena.