Tres solitarios en el camino
La historia es sencilla y transcurre allá por 1934 en la pampa bonaerense. Un hombre todavía joven, medio pícaro, que viene de pasar tres años en la cárcel, recupera su camioncito (una chatita, se decía entonces) y busca su gallo de riña. Los compañeros de ideales ya no están. Aparecen por ahí una muchacha y un chico, medio desconfiados. Más adelante sabremos que han perdido a la madre y ahora caminan los kilómetros bajo el sol, a ver si encuentran al padre.
Con esos tres personajes de pocas palabras, solos en el mundo, con el polvo del camino, los pueblitos perdidos y unas gallinas robadas, la debutante Fernanda Ramondo pinta lo que puede ser el comienzo de una familia. De a poco y de forma bastante natural vemos cómo ellos van desarrollando sus sentimientos, siempre manteniendo las distancias, como era antes. De a poco se irán haciendo queribles. No contaremos el final, donde alguna sorpresa permite barajar de nuevo, quizá para bien, y donde cabe una pequeña emoción.
Intérpretes, Leo Sbaraglia, Cumelen Sanz y el chico Santiago Saranite. Fotografía, Lucio Bonelli. Dirección de arte, Julieta Dolinsky. Música, Blas Alberti. Rodaje en Patricios, French, 9 de Julio, La Niña, las salinas de Villarino, esos lugares que también nos dicen, como dice el título, "No te olvides de mi".