No te olvides de mi

Crítica de Santiago Balestra - Alta Peli

Un logrado ejercicio de prolijidad narrativa.

Están esas películas que destacan por tener un profundo desarrollo temático. Están también aquellas que destacan por mantenerte al borde de la butaca durante toda la duración del film. No obstante, están esas películas, al menos dentro de lo que nuestro país puede ofrecer, que destacan simplemente por contar una historia lo mejor que se puede sin más fanfarrias. No te olvides de mí se inscribe dentro de este último grupo.

Crónica de un Ladrón de Gallinas:
Corre el año 1934 y Mateo Popolano acaba de salir de la cárcel. Busca reencontrarse con sus compañeros anarquistas, no sin antes recuperar a su gallo de pelea en el proceso. Durante su viaje se cruza con Aurelia y su hermano menor Carmelo, que acaban de perder a su madre y buscan a su verdadero padre que se encuentra trabajando en unas minas de sal. Durante el trayecto, los tres no tardarán en desarrollar un lazo muy cercano al de una familia.

No te olvides de mí parte de un guión prolijo y concreto, con objetivos claros, pero que hace un énfasis en el viaje emocional de los protagonistas. Aunque esto último es la gran prioridad del guion, la película no descuida cuales fueron los motores que pusieron este viaje en marcha. En materia actoral, si bien Leonardo Sbaraglia se muestra a la altura del desafío dando vida a Mateo con sus luces y sus sombras, no se quedan atrás Cumelén Sanz y Santiago Saranite como los hermanos que poco a poco se vuelven su familia sustituta.

Por el costado técnico se destacan las solidas composiciones de cuadro hechas en Cinemascope. La distribución de los elementos en el encuadre es impecable y sus movimientos responden orgánicamente a la puesta en escena. A esto se le debe sumar una dirección de arte que estuvo atenta a cada detalle.

Conclusión:
No te olvides de mí es una obra prolija sin ninguna otra pretensión que la de contar una buena historia. Valida de un guión con sus elementos en orden, una rica propuesta visual y correctas labores interpretativas, la directora Fernanda Ramondo entra con el pie derecho a la arena del largometraje.