Ochentaisiete

Crítica de Ezequiel Boetti - Otros Cines

Eramos tan jóvenes...

Esta coproducción entre Ecuador y Argentina propone un sensible relato de iniciación juvenil en los años '80.

Las casualidades de la distribución hacen que este jueves 18/2 se estrenen dos films producidos con fondos argentinos y ecuatorianos: Saudade y 87. Dirigido y escrito a cuatro manos por Daniel Andrade y Anahí Hoeneisen, el último de ellos es un retrato –y relato– sobre el fin de la adolescencia cálido e íntimo pero que, sobre la mitad del metraje, muta su sensibilidad para coquetear con el suspenso, esfumando parcialmente los logros previamente construidos.

La película comienza con el regreso de Pablo a Ecuador después de quince años de vivir en Buenos Aires, de donde habían huido sus padres cuando él era chico en circunstancias que el film no aclara, pero que remite a un exilio forzado a raíz de la Dictadura. La búsqueda y el reencuentro con Andrés marcarán el puntapié para una serie de flashbacks situados en el año del título, cuando ellos compartían sus tardes con Juan y Carolina.

Andrade y Hoeneisen hacen de ese pasado un relato de iniciación, con los chicos inmiscuyéndose en travesuras, picardías e inicios amorosos, todo mostrado con sensibilidad y una bienvenida cercanía emocional a todos ellos. Pero, a medida que avanzan los minutos, empezará a asomar la punta de un hecho traumático que quebró la relación del grupo y, con eso, el relato se moverá hacia el suspenso. El retaceo inicial de esa información habla de un film que intenta hilvanar dos vertientes narrativas, pero que por momentos coquetea con la manipulación del espectador.