SPIKE LEE adapta el clásico Park Chan-wook un filme plagado de violencia que en esta nueva versión deja de lado cualquier tipo de sutileza para transformarse en un muestrario explícito cargado de sangre, tripas y golpes bajos.
Al enfrentarnos a esta versión desapasionada se hace imposible olvidar las poderosas imágenes y la profundidad de la original.
JOSH BROLIN se esfuerza por lograr empatía en un papel difícil siempre al borde de la sobre actuación.