El baile de la muerte.
Jennifer Lawrence y Joel Edgerton protagonizan esta historia de espías que retoma muchos conceptos del viejo cine de espionaje para combinarlos con temáticas, tecnologías y estilos muy actuales. Lawrence vuelve a reunirse con el director de las últimas tres películas de Los Juegos del Hambre, Francis Lawrence, quien cuenta además con un elenco que incluye a la nominada al Oscar Charlotte Rampling y al ganador del Premio de la Academia Jeremy Irons.
Y esa actualidad tiene que ver con el personaje principal. Jennifer Lawrence interpreta a la rusa Dominika Egorova, una hermosa joven que debe asistir a una especie de escuela de espías conocida como Red Sparrow para luego poder servir a su país en misiones de altísima complejidad. Pero su entrenamiento quedará trunco dada la urgencia de una tarea en particular que la inteligencia rusa necesita realizar y que solo Dominika puede conseguir. Su objetivo se llama Nate Nash (Edgerton), quien vendría a ser el equivalente de Dominika en el mundo del espionaje pero para el bando contrario, los Estados Unidos. Resulta que Nash ha logrado infiltrarse en los más oscuros secretos rusos para dar con el nombre de un topo, un traidor que está pasando información confidencial a los americanos y es tarea de Dominika seducir a Nash para hacerse con el nombre del desertor.
Ya desde esa premisa la película aborda la temática de la belleza femenina como un instrumento para lograr un fin y esto lo hace con la estética, los giros inesperados y el suspenso característico de ese cine clásico de espionaje aunque muy lejos de su faceta machista y anticuada en su tratamiento. Ya en esa etapa de aprendizaje y a partir del personaje de Charlotte Rampling, una especie de institutriz para los alumnos de Red Sparrow, es que la película aborda el tema, minimizando el valor superficial que se le da a la estética, al sexo y a todo lo que tenga que ver con la carne, entendida como algo ajeno tanto a la mente como a lo que verdaderamente define a una persona. Y esta mirada general estará presente durante el resto de la trama que tiene que ver con el trabajo de inteligencia y supervivencia que la protagonista encarará cuando se vea atrapada entre su gobierno que la utiliza, no la valora y de hecho la amenaza con matar a su madre si no cumple con sus cometidos y el bando contrario que le ofrece asilo y protección a cambio de traicionar a su patria. Su decisión se tornará todavía más difícil cuando empiece a desarrollar sentimientos que van mucho más allá de lo laboral por su objetivo, el agente Nash.
Pero en medio de esto falta algo. La película no empieza con agentes secretos ni con persecuciones a alta velocidad o un tiroteo en las calles de Moscú. Empieza en el Bolshoi. Lo primero que sabemos de Dominika es que es bailarina clásica y está protagonizando las primeras funciones con el ballet Bolshoi, tal vez el más prestigioso del mundo. Todo esto le permite pagar las cuentas de la casa y mantener a su madre enferma. Pero el final de su primera función termina en tragedia cuando la estrella masculina del espectáculo aterriza luego de un salto particularmente difícil sobre el gemelo izquierdo de Dominika en pleno escenario, arruinando la función, la pierna de su compañera y su promisoria carrera. Ese desencadenante, que de la noche a la mañana arruina la vida de la protagonista, es el que da pie a lo ya dicho cuando el tío de Dominika, funcionario del gobierno ruso, le propone servir a su país (y continuar aportando plata al hogar) mediante el programa Red Sparrow. Que sea su propio tío el instrumento de la corrupción y extorsión del gobierno ruso es lo que termina de moldear al personaje de Dominika y su lucha contra el abuso del que fue víctima en todas las etapas de su vida.
Red Sparrow combina una buena historia de espionaje clásico con la complejidad de un relato moderno con buena carga de compromiso social. El elenco principal, las vueltas de tuerca sobre el final y el permanente clima opresivo que la película mantiene de principio a fin terminan de darle forma a una gran propuesta de cine de suspenso, con toques de policial negro y escenas de una crudeza estremecedora.