Esperando el fin del mundo
Un valioso debut de este director austríaco rodado en la Argentina.
Nacido en Austria, pero formado en la FUC y radicado durante años en Argentina, el coguionista y director Lukas Valenta Rinner rodó en nuestro país (sobre todo en locaciones en el Tigre) una tragicomedia absurda sobre unos personajes bastante patéticos que realizan un entrenamiento para enfrentar un inminente apocalipsis.
La cotidianeidad de ese adiestramiento -que por momentos parece cerca de lo humorístico y en otros adquiere un tono serio- es el eje de un film algo frío y distante, pero que sostiene una rigurosa en su puesta en escena y ofrece imágenes cautivantes. En ese sentido, es para destacar el trabajo del fotógrafo Roman Kasseroller en una pantalla bien ancha (2.35:1).
Si bien hay momentos en que el film se torna un poco críptico, reiterativo y anodino, tanto el plano inicial (una suerte de inverso del cierre de Luz silenciosa, de Carlos Reygadas) y el notable, subyugante plano final exponen el indudable talento de Rinner para lo que en definitiva surge como una auspiciosa ópera prima.