Pasco

Crítica de Laura Pacheco Mora - EscribiendoCine

Recuperando identidades

Cerrar un ciclo en Lomas de Zamora, una historia inconclusa que merecía palabras de verdad. Los encargados de relatarnos la historia de este documental son los alumnos de la Escuela Secundaria Nº15, Vicente Sierra, que reemplazaron los "mitos urbanos" del barrio por una oscura verdad desconocida. Un proyecto que se convirtió en realidad y otorga un reconocimiento a los desaparecidos.

Pasco. Avanzar más allá de la muerte (2019) es un documental dirigido y guionado por Martín Sabio sobre la investigación del libro "Masacre de Pasco" de Patricia Miriam Rodríguez. El 21 de marzo de 1975 la Triple A secuestra, tortura y fusila a militantes populares del barrio San José de Temperley. Este hecho traumático se conoce como la Masacre de Pasco y forma parte de una terrorífica sala de ensayo que preanuncia el Terrorismo de Estado. En noviembre de 1974 se impuso el estado de sitio, cuyos objetivos fueron desarmar la organización territorial, paralizando y desacreditando la participación a través del miedo, y golpeando fuertemente un espacio del peronismo revolucionario que había logrado una importante legitimación a nivel institucional en Lomas de Zamora.

El film comienza con un travelling del movimiento en la calle, connotando un avance. Es un acierto la no interacción del director, eligiendo emocionarnos con los relatos junto a los chicos, sentir con ellos su indignación, respetando así el silencio adecuado para transmitir el mensaje, generando la empatía de los alumnos y la nuestra. La música acompaña las emociones.

Este trabajo, narrado desde el joven punto de vista de alumnos, propone reconstruir sucesos enmarcados en un proceso de memoria-reflexión, que se fusionan con subjetividades del presente. El director genera un clima de comunidad, recorriendo el barrio y golpeando puertas en búsqueda de respuestas. De esta manera, el silencio se transforma en un alivio para los testigos que no tuvieron la oportunidad de hablar antes. Los alumnos caminan el barrio y los testimonios son de familiares, docentes y vecinos. La cámara los acompaña en movimiento, o con planos fijos, entrando a hogares como un alumno más, incluyéndonos así en la investigación. La escuela se convierte en un espacio pleno de afecto y contención, transitamos junto a los chicos un proceso favorable de cambio durante el desarrollo con su apertura, curiosidad y compromiso. Cabe destacar que en ciertos tramos resulta muy duro escuchar a los familiares, al recordar y revivir esos tristes episodios.

Llama la atención que aún en el 2019 persistan voces censuradas de casos nunca revelados por miedo y por otra parte, ese espíritu de resistencia que no cede, al no someterse a un pensamiento tiránico. Otorgarle voz a un vecino traumatizado por ser testigo de una situación tan violenta e injusta, pase el tiempo que pase, es recuperar la memoria de los desaparecidos, un ejemplo a seguir y un avance para generar una reflexión propia, más allá de la que nos quieran imponer…incluso en tiempos de democracia.