Pasco

Crítica de Maximiliano Curcio - Revista Cultural Siete Artes

“Masacre de Pasco” rescata, fundamentalmente, la idea de la militancia en los barrios. El director, Martín Sabio, sobre su propio guion realizado en basa la investigación de Patricia Miriam Rodríguez, conoce esta historia a través de un compilado de testimonios, con la intención de llevarlo al formato audiovisual a través de los diferentes ejes que el libro abarca. Su intención es contar una cronología de lo que fue la noche de la masacre, visibilizando las responsabilidades políticas. Se ubica en el año 1975, en tiempos de los crímenes de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), un año antes del golpe de estado, en marzo del ‘76.

El 21 de marzo de 1975, en Lomas de Zamora, la Triple A asesina a 8 integrantes de la juventud peronista, en la que se llamó la ‘Masacre de Pasco’. En 1974, el distrito era uno de los pocos donde la intendencia era manejada por la izquierda peronista, encabezada por la JP; por ello, era un objetivo de la derecha del partido. La escritora del libro era docente de la escuela donde ocurrió la masacre y realiza una investigación colectiva, a través de diferentes voces, que irán repercutiendo en una obra que toma testimonios de los miembros de esta emblemática escuela del barrio, atravesada forma tangencial porque muchos de los hijos de las víctimas, secuestradas y asesinadas en la localidad lindante de Quilmes, asistían allí.

Más de cuarenta años después, este ejercicio audiovisual representa la primera vez que, en ese lugar, una voz de denuncia se alza sobre aquello que fue acallado, valientemente nombrando los responsables y apoyándose en la palabra de aquellos testigos de este tiempo profano, violento y revolucionario; en búsqueda de un camino sanador que rescate la memoria, hacia un camino de verdad y justicia. Reconstruyendo los rastros de un crimen impune, se hace eco sobre lo que vienen sosteniendo y militando tanto familiares como sobrevivientes de la época, por décadas. “Pasco, más allá de la muerte” es una loable forma de conmemorar y conciliar un pasado trágico.