Cuando el año pasado, el aclamado director Álex de la Iglesia (El día de la bestia, La comunidad, Crimen ferpecto), estrenó una nueva versión de la taquillera comedia italiana Perfetti sconosciuti, presentada en salas de cine en 2016; la crítica especializada se dividió claramente en dos bandos. Por un lado, aquellos que se sintieron decepcionados frente a la idea de que el referente del sarcasmo ibérico, haya aceptado por encargo un ejercicio de repetición de un film muy reciente. Por otro, aquellos que saludaron con entusiasmo el hecho de que la remake del vasco lograra mejorar los resultados de la película original.
Lo cierto es que ambas producciones fueron grandes éxitos en los cines, dentro y fuera de Europa. Tras algunos tropiezos en la taquilla, con Perfectos desconocidos, Álex de la Iglesia consiguió el título más convocante de toda su carrera. Ahora, el suceso se replica en Netflix, ya que la película se ubicó en el top 5 de los largometrajes más vistos en la versión latinoamericana de la plataforma durante el mes de mayo.
Si bien los cambios entre ambas comedias son mínimos, el director de Muertos de risa y Mi gran noche, saca ventaja a partir de la reescritura de los diálogos, junto a su habitual co guionista Jorge Guerricaechevarría. Sin temor a un banquete que deambula entre el grotesco y el absurdo, se vale de una prodigiosa puesta de cámara y un montaje vertiginoso; para potenciar la impronta teatral de la propuesta. Toda la acción transcurre en el living comedor de un elegante departamento madrileño, por lo que la pronta mudanza de este éxito de la gran pantalla a los escenarios era inevitable. De hecho, actualmente se presenta a sala llena en un porteño teatro de calle Corrientes, una puesta dirigida por Guillermo Francella.
Solamente vamos a anticipar aquí la juguetona y promocionada premisa de Perfectos desconocidos. Un matrimonio conformado por una destacada psicóloga (superlativa Belén Rueda) y un cirujano plástico (notable Eduard Fernández), invitan a cenar a tres parejas de amigos. Sin embargo, uno de ellos (el talentosísimo Pepón Nieto), llegará solo. En la previa de la reunión, ya se vislumbran las tensiones entre una dupla hastiada por la vida conyugal (Ernesto Alterio y Juana Acosta, quienes son esposos también en la vida real), y el chichoneo propio de recién casados entre un cuarentón devenido en taxista (Eduardo Noriega) y su joven mujer (Dafne Fernández).
Será justamente la más nueva del grupo, quien proponga un juego para "amenizar" la cena. Todos deberán colocar sus celulares en el centro de la mesa, y a partir de ese momento cada llamada o mensaje que ingrese, serán compartidos a viva voz. Lo que sigue es obviamente un festín de secretos y revelaciones, en el que más de uno de los comensales quedará atragantado.
Como telón de fondo, una noche de eclipse con su enorme luna teñida de rojo, aporta el necesario matiz macabro y fantástico; para que esta historia pueda salirse del delimitado territorio del vodevil. Álex de la Iglesia vuelve a ensayar esa mixtura de humor recargado y suspenso, que ya supo dominar por lo alto en las mejores creaciones de su filmografía: El día de la bestia, La comunidad y Crimen ferpecto. Es cierto que aquí juega más a lo seguro, no sólo porque se dedica a trasponer un material original que ya fue avalado por la taquilla, sino porque trabaja sobre una temática que atraviesa a diversas generaciones y clases sociales: el enigmático mundo del celular ajeno.
El desdoblamiento, esa suerte de otro yo, que esconde cada teléfono, es el meollo de Perfectos desconocidos. En este sentido, la película no sólo saca provecho de la catarata de mensajes y llamadas, que ponen al descubierto el costado más oculto de la pareja de cada protagonista; también funciona como vehículo de descubrimiento personal de los bordes más oscuros, que cada uno de ellos han intentado tapar o negar durante mucho tiempo.
Perfectos desconocidos / España / 2017 / 96 minutos / Apta para mayores de 13 años / Dirección: Álex de la Iglesia / Con: Belén Rueda, Eduard Fernández, Ernesto Alterio, Juana Acosta, Pepón Nieto, Eduardo Noriega y Dafne Fernández.