Una comedia entretenida con diálogos picarescos e inteligentes que abordan algunos de los temas conflictivos de las parejas modernas, entre ellos el de la maternidad.
Este es el debut como directora y escritora de Jennifer Westfeldt, además es una de las protagonistas en esta comedia, una gran parte del elenco trabajo en series televisivas o sitcoms norteamericanas, aquí estos personajes se enfrentan a la vida rutinaria del matrimonio, además con hijos de distintas edades.
Entre ellos conocemos a dos solteros de unos treinta y pico que viven en un mismo edificio en Manhattan, son Jason Fryman y Julie Keller (Adam Scott y Jennifer Westfeldt) grandes amigos desde la universidad, confían el uno en el otro incondicionalmente, y ellos dicen que no hay atracción entre ellos.
Por otro lado, parte de la narración comienza en un restaurant cuando varias parejas de amigos se encuentran para cenar como suelen hacerlo habitualmente. Son dos parejas de casados, Leslie y Alex (Maya Rudolph y Chris O’Dowd), chistosos, sencillos y sinceros, y Ben y Missy (Jon Hamm y Kristen Wiig), algo sensuales y allí también se encuentran Jason y Julie que solo son amigos.
Mientras pasan todos juntos una noche agradable Jason y Julie dan una opinión acerca de los niños que ocupan la mesa de al lado que son bastante indisciplinados, se quejan y comentan que al restaurant no hay que ir con niños. Pero justo en ese momento todos sus comentarios son interrumpidos cuando Leslie les cuenta a todos que está embarazada, y es cuando rápidamente Julie y Jason intentan salir de la importuna acotación y los felicitan con mucho amor, es cuando Leslie y Alex prometen no llevar a sus hijos a restaurantes elegantes, que nada va a cambiar y que serán padres bien predispuestos.
Pero un día Julie y Jason quienes solo son buenos amigos y se conocen bastante, tienen un plan para ser padres sin ningún compromiso. Cada uno puede tener su pareja, el famoso “touch and go”, ellos finalmente tienen un bebé, ambos disfrutan distintos momentos con sus respectivas parejas: él con una actriz y bailarina Mary Jane (Megan Fox), quien no quiere tener hijos y solo le interesa pasarla bien. Ella conoce a través de Leslie a un recién divorciado, Kurt (Edwards Burns).
Ellos creen poder manejar la situación, vamos viendo distintas situaciones llenas de gags y enredos, contiene diálogos interesantes, toca varios temas: el amor, los hijos, si existe la amistad entre el hombre y la mujer, los hijos y el matrimonio, todo con buena música y fotografía, su ritmo es dinámico, entretiene, pero los personajes de: Rudolph, O’Dowd, Wiig y Edward Burns son poco aprovechados, no tiene sorpresas, previsible y quedan algunas situaciones sin resolver.