Hondo drama en el que un grupo familiar debe lidiar con la repentina pérdida de uno de sus miembros. En este caso, la muerte se le cruza al joven Bennet (Aaron Johnson), adolescente hijo mayor de una familia de cuatro, dejando solos a sus padres y hermano menor. Habiéndose enamorado de Rose, una chica de su escuela, decidió declararle su amor en medio de la ruta, dentro del auto que sería su tumba, luego de ser embestidos irremediablemente por una camioneta. La chica (la ascendente Carey Mulligan, revelación de "Enseñanza de vida" y la recientemente estrenada "Nunca me abandones"), se salva y, luego del entierro de su novio, se acercará a la destruída familia para anunciarles su embarazo, debiendo enfrentarse a diversas reacciones, tanto de su joven cuñado, como de sus devastados suegros. Cercano a un enfoque televisivo, el filme de Shana Feste logra conmover, más que nada por los grandes actores que dan vida a los roles protagónicos. Pierce Brosnan se muestra como nunca en un papel contenido, como el padre que debe soportar la pérdida y ser el sostén de su inestable esposa (Susan Sarandon); y ella, lo único que quiere, es que el hombre que atropelló a su hijo despierte del coma para preguntarle cómo fueron los últimos minutos de vida del joven (lograda escena de la gran actriz). Mulligan aporta su ternura y bello rostro a su delicada Rose que, prácticamente sola, se pone al hombro su destino como madre soltera, y lo afronta con determinación. Con algunos lugares comunes, inevitables en este tipo de tramas que describen el descalabro emocional de una familia por la pérdida de un hijo (así como lo hicieran filmes como "En el dormitorio" o, mucho antes, "Gente como uno"), la directora suma algunos flashbacks que describen la dulce pequeña historia de los jóvenes amantes, y agrega (sin aportar demasiado) un personaje que podría ser la amante del padre de familia, pero sólo aparece en un par de escenas que no modifican el curso de la historia. Filme de personajes, con interesantes actuaciones, "Prueba de amor" podría haber resultado como su título original (The greatest - El mejor), pero al menos entretiene y emociona.