Más que un drama, ¡un dramón!, no se olviden los pañuelos descartables
Debut de Shana Feste como directora. Un debut potente, en el que Shana no escatima con los golpes bajos en busca de la lágrima del espectador, que termina atragantado hasta el último aliento. El guión también corrió por su cuenta, por lo tanto las escenas son manipuladas a su gusto, siempre derivando al golpe bajo trágico.
Con momentos ya transitados en varios films y situaciones trilladas de otros, este drama tiene un par de guiños que se dejan llevar.
Los personajes de Brosnan y Sarandon, por momentos, parecen disputarse el quién sufre más la pérdida del hijo, pero más allá de eso, ambos intérpretes manejan las situaciones con muchísimo oficio.
Al drama planteado en Prueba de Amor le falta equilibrio. Comienza sumergido en una tragedia y uno espera que en algún momento reflote, pero no es así queridos espectadores, el drama sigue y sigue, sin dar un segundo de respiro.
Por momentos nos sumergimos en la empatía y sentimos el dolor de los protagonistas, pero todo se pierde cuando el dolor es expuesto en un tan evidente primerísimo plano. Como consecuencia, el resultado es un drama muy mal trabajado.
A llorar, y llorar y salir con un nudo en la garganta.