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Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

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Gozoso documental sobre las aventuras de varios centenarios
ESPECTÁCULOS
01 octubre 2020 - 00:00

Gozoso documental sobre las aventuras de varios centenarios
Una señora se prepara para recibir a dos de sus hijos. La hija de un hombre ya grande quisiera que él deje de andar a caballo. Otro sueña con manejar una avioneta. Y una señora, de duelo por la muerte de un familiar, acepta la propuesta de su amiga para distraerse integrando un conjunto pop. Cosas propias de cualquier lugar del mundo, si no fuera porque la primera tiene 109 años, sus hijos 93 y 88, el jinete 98, siempre al trotecito, el futuro aviador 93, y se va a dar el gusto aunque no quieran, y la integrante del conjunto pop, 93, y no es la más vieja. Su amiga tiene 98.

De no creer, dirá alguno, pero esto es real, esta gente existe, es del interior de Costa Rica, de Cerdeña y Okinawa, existe y disfruta de la vida. Dicen algunos estudiosos que en esos lugares es fácil llegar a viejo, les llaman “zonas azules”. Pero el asunto no es solo llegar a viejo, sino también disfrutarlo, mantener el buen humor y la vitalidad, aunque no se puedan mantener todos los dientes. Hermosos personajes, y muy buenos ejemplos, los que aquí aparecen. Los encontró el documentalista Víctor Cruz, y gustosamente se prestaron a salir en cámara, escenificando un poquito su transcurrir cotidiano. El resultado, de muy buena andamiaje, mantiene a los espectadores en un trance continuo de admiración, complicidad y regocijo, y en algún punto hasta emociona de alegría.

Esto no es nada común, sobre todo tratándose de un documental argentino. Cruz lo hizo en coproducción con Italia, de ahí el otro título con que se difunde, “Kentannos”, por el tradicional saludo de los sardos, “a kent’annos”, a cien años. Y ya se ganó el premio HBO Europa, lo piden de todos lados, y si lo dieran en salas el público saldría poco menos que bailando. No puede ser por la pandemia, pero ya se sabe que los males duran menos que esta clase de viejos.