Quiero matar a mi jefe

Crítica de Martín Morales - MM Críticas

CAMINANDO EN CIRCULOS

Provocadora propuesta dirigida por Seth Gordon (realizador de "Navidad sin los Suegros") que comienza presentando una premisa interesante y con una ironía muy entretenida, pero que poco a poco, producto del guión que nunca logra cautivar su máximo potencial, empieza a entrar en lugares repetidos del género y en una falta de originalidad y humor inteligente decepcionante.
Nick, Dale y Kurt son tres amigos que, además de compartir sus momentos libres, tienen algo en común: odian a sus jefes. Ellos comienzan a pensar las posibilidades que tienen si pudiesen renunciar a sus trabajos, pero rápidamente se van a dar cuenta de que eso sería imposible y que tardarían años en conseguir uno nuevo. Es por eso, que eligen una opción extraña y arriegada: asesinarlos. Con la ayuda de un ex-convicto van a armar una estrategia para poder descubrir los puntos débiles de sus patrones, para así matarlos sin dejar evidencia alguna de responsabilidad. Lamentablemente el poco ingenio y la ansiedad por cobrar venganza va a ser mucho más fuerte y las consecuencias de sus fallidos actos no van a tardar en aparecer.
La cinta se introduce presentando el tema de manera muy correcta, mostrando el humor negro que poco a poco se va a ir incrementando con el paso de los minutos y describiendo las personalidades de los amigos y de sus manipuladores jefes. Este comienzo es correcto, ya que se aprovecha a los actores y sus voces en off para jugar con la imagen y sus actitudes. Inmediatamente después de ésto, la película comienza a entrar en lugares comunes que le restan originalidad y disfrute a la propuesta.
Es imposible no relacionar este trabajo con "The Hangover" ("¿Qué pasó ayer"), ya que presenta un estilo narrativo muy similar, además de una premisa que toca muchas veces los mismos puntos y una serie de vueltas de tuerca que hacen referencia directa a dicha película. La formula es la más sencilla y, sin mostrar sorpresas ni situaciones que se alejen de los estereotipos de la comedia de desencuentros, nunca logra explorar el verdadero potencial cómico, ni aprovechar a sus intérpretes para salirse de dichos lugares.
A su vez, el humor, que comienza siendo irónico y gracioso, empieza a entrar en terrenos desagradables y vulgares, hay escenas en las que se dicen muchas malas palabras (guiones y secuencias muy similares a varias que el director realizó con anterioridad) y hay otras en las que se entra en terrenos incorrectos de los que no le es fácil salir (obesidad, racismo y discriminación).
Por el lado de las actuaciones, aquí hay dos grupos bien diferentes: los tres protagonistas, quienes nunca logran crear una identidad diferente a las expuestas en muchas otras películas del género, de los cuales se destaca Charlie Day, quien utiliza su tono de voz para darle un toque distinto a su rol (Jason Bateman y Jason Sudeikis no se lucen); y los tres jefes, personajes un poco mejor desarrollados y donde se ve un trabajo más logrado de los actores. Kevin Spacey está muy bien, es el principal antagonista de la película y su personalidad controladora y autoritaria está muy bien expuesta; Jennifer Aniston tiene el rol menos interesante de los tres y vuelve a interpretarlo de la misma manera que muchos de sus pasados personajes; mientras que Colin Farrell, como el hombre más políticamente incorrecto de la historia, está muy bien.
"Horrible Bosses" es una película que es introducida de manera correcta, pero que poco a poco va entrando en los propios lugares comunes del género y que últimamente distintas películas de desencuentros se han preocupado por intensificar. Con actuaciones correctas en general; una fotografía y un uso de la música que están bien logrados; y con un guión que falla en sus intenciones y en no corregir sus errores. Una propuesta que repite fórmulas. Humor negro y de mal gusto, una propuesta más.

UNA ESCENA A DESTACAR: entrada en la casa.