Anexo de crítica: Comedias sobre empleados vengativos que deciden asociarse para eliminar a sus respectivos empleadores existen tantas como jefes abusadores en el mundo, pero sin lugar a dudas la referencia más recordada y hasta el momento el ejemplo acabado de lo que significa una buena película nos remonta a los años 80 con el film Cómo eliminar a su jefe (9 to 5), de Colin Higgins, donde el trío femenino compuesto por Jane Fonda, Dolly Parton y Lily Tomlin pergeñaban todo tipo de argucias para acabar con el jefe misógino interpretado por Dabney Coleman. Hoy, aquella grata historia encuentra en Quiero matar a mi jefe, dirigida por Seth Gordon, una versión aggiornada a los códigos de la nueva comedia norteamericana, con un elenco de rutilantes nombres que termina por desaprovecharse debido a un muy pobre guión y a alarmantes fallas estructurales. En función a las tendencias de las comedias irreverentes como Qué pasó ayer? o la reciente Pase libre puede decirse que en este caso particular es notoria la diferencia desde el punto de vista de la dirección con un resultado mucho menos sustancioso del que podía haberse esperado con una propuesta de estas características.-