Un juego a la vez
"Ralph el demoledor" es una gran película de animación muy entretenida y estimulante para los fanáticos de los videojuegos que a pesar de tener diversos problemas no deja de ser un film muy disfrutable. La historia se centra en Ralph un villano de un clásico juego de consola que después de 30 años quiere convertirse en el héroe por primera vez. Una trama llena de giros y guiños al universo de juegos que entreteniene de la gran forma que Disney sabe hacer.
La trama es al inicio de tono muy similar a la de Toy Story, ya que con gran imaginación se narra el detrás de las pantallas cuando las luces se apagan y no hay humanos en las inmediaciones. Realmente estos minutos iniciales son impresionantes y con cada juego que van citando, el universo de la trama se va haciendo cada vez más atractivo. Si bien, la historia transita básicamente en juegos inventados para la pantalla es evidente como los tres principales remiten al clásico Donkey kong, el típico juego de tiros con mutantes y el dulce y tierno juego de carrera para chicos pequeños, en especial niñas.
Si bien la trama es muy ingeniosa y tiene algunas cualidades muy graciosas o irónicas, como por ejemplo que la belleza sea sinónimo de alta definición en los gráficos, son los pequeños detalles los que no hacen que la narración fluya de la manera que debería hacerlo. Son instancias como el ingreso al mundo Sugar Rush que demuestran falencias muy tangibles en el relato. Allí es cuando las historias de Ralph buscando re-conquistar su medalla o la sargento (voz de Jane Lynch) cazando unos bichos-cibernéticos, no se acoplan de la mejor manera y cada salto de trama resulta más un fastidio para el espectador que un genuino interés de ver como le iba al otro personaje. Incluso el propio objetivo de Ralph de solo enfocarse en conseguir la medalla tampoco es realmente significativo, mientras que a su vez, la trama tampoco presenta a un villano del todo convincente.
Sin embargo, Ralph el demoledor logra esconder sus falencias con mucho ingenio y termina logrando ser una película muy entretenida.
Con "Ralph el demoledor" se exhibe el corto "Avioncitos de papel", el cual vuelve a demostrar que en el mundo de la animación los cortos son impresionantes. Allí con gran ternura y genialidad se puede ver como un hombre solitario intenta comunicarse con una bella mujer a través de avioncitos de papel. Si bien el tono inocente y simpático tal vez no encuentre su mejor resolución al voltearse en un desenlace más del género fantástico, cada segundo es imperdible.