Resulta curioso que la empresa líder en animación mundial no haya ganado un sólo oscar a película animada. Sin embargo, si revisamos la historia, la estatuilla sólo se empezó a otorgar en 2001, siendo Shrek la primera ganadora. Cabe aclarar que aunque Pixar fue absorbido por Disney hace algunos años, y que películas como Buscando a Nemo, Toy Story 3 o Wall-E que han sido ganadoras,y en las que Disney ha participado en ellas, Pixar siempre ha sido la casa gestora de estas ideas, por lo cuál no se le atribuye el éxito al hogar del ratón Mickey. Y el hecho de que "La Bella y La bestia" haya estado nominada al rubro de mejor película no cuenta como un premio, simplemente un logro histórico.
Aunado a ello, los últimos 10 años no han representado lo mejor en cuanto a historias "originales" si podemos considerar como tal las historias de "La princesa y el sapo" o "Enredados". Sin embargo, y afortunadamente, Ralph el Demoledor ha cambiado por completo esa idea. Desde la concepción en un mundo completamente de videojuegos clásicos, una animación maravillosa, un diseño de arte perfectamente cuidado en cada detalle (desde el mundo apocalíptico de Hero´s Duty, hasta el dulce y azucarado hogar de Sugar Rush con todo y paletitas y dulces de todos tipos y colores), una historia realmente enternecedora que los más pequeños disfrutarían, junto con los padres, y con tantas referencias, guiños y cameos gamers que los adictos a la tecnología sabrán encontrar y apreciar, Ralph el demoledor se perfila como la primer película exclusivamente de Disney que ganará el oscar.
Quizá la única falla que le encontramos aquí en México, es que la voz de Vanellope Von Schweetz es hecha por María Antonieta de las Nieves (La Chilindrina para toda latinoamérica) Y no es que la señora no tenga talento, sino que realmente se pierde mucha conexión por el intento de voz de niña que quiere darle y que realmente perdió hace algunos años. Sin embargo, omitiendo ese detalle que sólo pasó en la versión mexicana, es una película enteramente agradable por niños y adultos (doblemente si se es gamer) y con una historia que más que una lección, es realmente un viaje de aceptación a sí mismo, a lo que se tiene, lo que se es, y a usar realmente nuestro potencial por completo, sin cambiar sólo por agradar a los demás. Y eso sí, muchas, muchas risas en una hora y media, siendo lo mejor de este año, esperando lo que pase con Dreamworks, quien parece ser su más próximo y cercano competidor. Gracias Disney por traer a John Lassetter como productor ejecutivo.
"Soy malo, y eso es bueno. Nunca seré bueno, y eso no es malo. No quiero ser nadie más. Y soy feliz"