Hombres de hierro
Resulta más que interesante sumergirse en la propuesta Relámpago en la oscuridad, documental de los directores Pablo Montllau y Germán Fernández por varios motivos: en primer lugar, por poner al heavy metal vernáculo en un lugar importante de la música rock, y mucho más desde su actitud contestataria ante el sistema represivo de la dictadura, en épocas donde sus integrantes iban presos simplemente por querer contar otra cosa sobre lo que pasaba en un país cuya sociedad parecía anestesiada o por lo menos temerosa de represalias. En segundo lugar, por darle a Alberto Zamarbide, pionero del metal criollo, un espacio fundamental con sus aportes en las bandas V8 y Logos, reconocidas en el ambiente metalero al mismo nivel que otra banda insignia como Hermética.
La impronta del documental busca construir el relato histórico a partir del aporte de voces y testimonios acreditados como periodistas, músicos y los propios referentes de V8 y Logos, en un registro de cabezas parlantes, que en conjunto no desentona frente a la propuesta en términos cinematográficos, aunque limitan su estética, el film añade imágenes de archivo ricas para el contexto de aquellas épocas turbulentas. El Zamarbide de entrecasa acompañado por una cámara -no intrusiva- se conecta desde el interior de Relámpago… con el Zamarbide músico y reflexivo, exponente del metal cristiano en su etapa más reciente, aspecto que lo alejó en algún ámbito referencial por el contenido de sus letras en comparación a las legendarias de V8 como la clásica Destrucción.
La entrega emocional del líder, su paso desde el descontrol de su juventud a la madurez de la recuperación en pos de un acto de fe, que entiende a la música como ese puente que conecta directamente con dios, no contrasta en absoluto con otra mirada distinta sobre el heavy metal y su acto de fe no cristiana que se corona con la incorporación de Ricardo Iorio a la ecuación como otra de las voces predominantes de este documental, pero mucho más desde el lugar de la amistad que se viera interrumpida por décadas, cuando ambos músicos tomaron caminos muy diferentes.
La pasión y el amor por lo que se quiere transmitir desde el Heavy metal, en contraste con el estereotipo maldito de la rebeldía sin causa, así como la lucha silenciosa para insertarse en un mercado discográfico desde la más absoluta orfandad y marginalidad son las coordenadas conceptuales que trazan el guión y que encuentran la voz portentosa en los protagonistas y en su experiencia de juventud hasta la actualidad, con los consabidos achaques del cuerpo, pero también de una realidad política cambiante para la cual la democracia no fue la panacea y los prejuicios una vez acabada la dictadura, no dejaron de existir.
Como documento musical, Relámpago… acopia material sonoro indispensable para entender un poco más de qué se trata el metal vernáculo; como retrato de los pioneros de este movimiento es un verdadero exponente de respeto y pasión, con enorme energía que logra trasladarse a la pantalla y contagiar a fanáticos y no tanto.