Resident Evil 5 es una burla a los espectadores que vinieron siguiendo esta serie de películas en los últimos años.
Queda claro que el director Paul W.S. Anderson perdió por completo el control de esta historia y ya no tiene la menor idea que hacer con ella.
La verdad que este film resultó fallido en varios aspectos y lo que genera irritación es la vagancia de los realizadores.
Como mencioné en la crítica de la entrega anterior, Resident Evil se terminó por convertir en el “Cuento de la buena pipa” y los últimos capítulos no hicieron otra cosa que ofrecer exactamente lo mismo de siempre.
Alice está atrapada en algún lugar y en peligro.
Alice escapa y lucha con monstruos y zombies.
Alice resuelve los inconvenientes y en la última escena queda otra vez la puerta abierta para la maldita gran batalla final que nunca se termina de concretar.
Que en el nuevo film ocurra exactamente lo mismo que en los episodios anteriores ya es una falta de respeto al público que acompañó esta saga en el cine.
Resident Evil se transformó en un bodrio completamente insufrible.
En la nueva entrega queda la sensación que la filmaron sin un guión terminado y solamente se preocuparon por editar, como si fuera un collage, tiroteos y escenas de pelea.
Milla Jovovich hace lo mismo de siempre y el regreso de los actores que participaron en los filmes previos estuvo totalmente desaprovechado, producto de un guión tedioso que apostó a la repetición.
El director Anderson, por otra parte, necesita de manera urgente sumarse al reality de VH1, Celebrity Rehab, para resolver su adicción a la cámara lenta.
La manera en que abusa de ese recurso en las escenas de acción ya es obsceno y ni siquiera desde el trabajo en ese campo se preocupó por hacer algo distinto.
Comparado con las cosas que actualmente se hacen en el cine oriental dentro de este mismo género (que lamentablemente no llegan a la cartelera local) este estreno es vergonzoso.
Ver Resident Evil 5 en el cine es como sentarse a contemplar durante una hora y media a una persona que juega al Playstation, con la diferencia que el que se divierte es otro y vos sólo mirás lo que pasa frente a la pantalla.
Para eso la pasás mejor jugando a un video juego de verdad o disfrutando de una buena película de zombies en serio.
El único momento destacable de este film son los créditos iniciales, que narran una secuencia en reversa, que fue la única idea decente que tuvo Anderson en este trabajo.
Lo que hizo después es olvidable y la última escena en la Casa Blanca parece un mal chiste del realizador. ¿Hasta cuándo van a extender esto?
Alice ya se cargó a toda la compañía Umbrella.
¿Qué más falta para terminar la historia de una vez?
Los que no se cansaron todavía del Cuento de la buena pipa de Paul W. S. Anderson probablemente la pasen mucho mejor en el cine.
Yo con Resident Evil ya perdí la paciencia.