La saga de "Resident Evil" se caracteriza por ser una adaptación muy libre de los videojuegos que llevan el mismo título principal, y Paul W.S. Anderson le inyectó un estilo visual y narrativo que, además de ser desordenado y poco coherente, se repite constantemente, lo que produce una curiosa sensación de estar viendo lo mismo una y otra vez, sin importar de qué película de la serie se hable. Por supuesto, "RE5: Retribution" no es la excepción.