Por las rutas mendocinas hasta el fin.
Después de estrenarse en noviembre de 2010 en el Festival de Cine de Mar del Plata, Road July del mendocino Gaspar Gómez se estrena en el circuito comercial luego de recorrer varios festivales internacionales.
La historia de Santiago (Fernando Carrasco), que se entera que hace 6 meses murió la madre de su hija de 10 años con la que jamás tuvo relación. Su ex amiga y tía de la niña le propone un desafío: llevarla hasta la casa de su abuela (Betiana Blum) mientras ella puede avanzar con unos proyectos académicos y de paso, liberarse de la presión de cuidar a la pequeña (Federica Cafferata). Daría su vida por ella pero la responsabilidad de cuidarla la está agobiando.
Santiago ha pasado por 10 años de liberación, de vivir una vida de soltero y despreocupación, sin importarle demasiado nada ni nadie. Ni lo que le dice su novia, ni lo que lo que le pasó a su ex novia ni a su hija tienen algún tipo de relevancia para él, pero una charla con su mamá (Mirta Busnelli) lo hace cambiar de opinión y es ahí donde esta road movie toma vida.
El personaje de Santiago va creciendo de a poco. Sus gestos y su inmadurez, frente a la joven July de un semblante mucho más maduro y serio, funcionan perfectamente para dar fuerza a este relato que se va desarrollando sobre un viejo Citroën 3CV, único testigo junto al paisaje mendocino del surgimiento de esta relación entre un padre y una hija.
Lo más destacable de la película de Gómez es la fotografía de Máximo Becci, quien logra darle una calidez visual al filme aprovechando al máximo la luz natural en planos que nutren lo narrado. Una road movie se mueve en un camino que puede ser hostil o agradable según lo que se necesite contar. La elección del director sobre los escenarios naturales va atada justamente con la historia, las zonas áridas para el conflicto y los espacios frondosos, verdes y coloridos para los momentos de interacción, acercamiento y/ o confianza.
Road July son 88 minutos de un cruce emocional sobre lo difícil que es ser padre y por sobre todo, lo difícil que es crecer y dejar atrás un pasado sin responsabilidades y obligaciones. Como todo ser un humano en algún momento de su vida descubre que hay fases de ésta que hay que dar por concluidas para poder avanzar.