De lo personal a lo social, otra aguda visión de los hermanos Dardenne
Esta realización podría inscribirse en lo que se conoce como drama social, al igual que otras grandes películas como “Ladrones de Bicicletas” (1948), de Vittorio De Sica, o, más próximo en el tiempo, “Germinal”(1993) de Claude Berri, pero algo la hace diferente y la misma razón es lo que produce la indefinición del genero.
“Rosetta” es al decir de sus directores una “sobreviviente” de la globalización, del capitalismo salvaje, que ha unido en la miseria a mucha gente en todo el mundo. El filme se centra en su historia en particular, que bien podría universalizársela, pero el empleo de la cámara en mano a lo largo del rodaje, siempre muy próxima a ella, mediante los planos medios y primeros planos, como persiguiéndola, da cuenta de otra cosa.
Ella se encuentra en el borde de la sociedad. El trabajo dignifica, pero también da pertenencia.
Una terrible imagen abre la obra, una joven es despedida de su empleo en una fábrica, ella se niega a aceptar la realidad y su obstinación provoca un incidente violento que termina cuando es arrastrada, literalmente, por dos policías, fuera de la fábrica.
Esta es una escena que muestra las intenciones discursivas de los realizadores, así crudamente y sin preámbulos.
Rosetta no recibe explicaciones. Se sabe una buena empleada, pero el hecho esta consumado, y se queda sin empleo. Avatares de nuestro tiempo.
Vive con su madre alcohólica en una casa rodante, en un camping de algún suburbio de una ciudad al sur de Bélgica. Su vida transcurre entre los viajes a la ciudad y básicas tácticas de pesca en un pequeño lago al borde del camping. La soledad profunda es fáctica, sólo su endeble relación con Riquet, otro joven perdido en la selva de cemento, que trabaja en un puesto callejero de venta de wafles, es lo que parecería ser el único resquicio de afecto que le queda.
La perdida del trabajo hará estragos en los residuos de los conceptos morales que todavía parecen sostenerse en Rosetta.
La historia del personaje se nos muestra tensa, centralizada y tenebrosa desde su origen, de la misma manera que el accionar de Rosetta, quien no es más que una jovencita con una vida particular, sin lugar permanente en el mercado laboral lo que se constituye en su tragedia personal y la fuente de todos sus sufrimientos.
Mirando su realidad sólo sería modificable si pudiera proyectarse en un futuro laboral duradero, pues de la manera en la que vive, y el poco tiempo en sus trabajos, no le permite construir relaciones de amistad, pero tampoco sabemos nada de su pasado, ni se lo juzga importante.
La vida en el remolque, la difícil relación con su madre, el retraimiento social, su falta de cariño, ni tener donde depositarlo ni de quien recibirlo, termina produciéndole quiebres personales que se traducen hasta en dolores físicos.
La propuesta se apoya certeramente en un inteligente empleo de la cámara en mano, con los consecuentes encuadres, y en Emilie Dequenne (belga, 28 años, con 20 cuando protagonizo “Rosetta”) en una labor brillante que le valió el premio como mejor actriz en el Festival de Cannes, constituyéndose en su debut como una promesa en el panorama cinematográfico internacional.
Esta realización data de 1999, nos llega con demora por problemas legales, revalida, si cabe, la excelente calidad humana y artística ya ampliamente reconocida por la crítica y el público respecto la obra de los hermanos Dardenne (Jean-Pierre, 58 años, y Luc, 55 años). Se iniciaron cinematográficamente en1978 sumando 5 documentales, para debutar en 1987 en el largometraje con “Falsch” a la que le siguieron otros siete producciones, de las cuales “Rosetta” fue la cuarta, habiéndose exhibido en la Argentina las tres que le siguieron: “El hijo” (2002), “El niño” (2005) y “El silencioo de Lorna” (2008). El interés y la preocupación por los temas sociales se encuentran presentes en toda su filmografía, desde los documentales en los que se ocuparon de la resistencia antinazi en Wallonia, la huelga general belga de 1960, los periódicos “underground”, las radios libres de Europa, y de cinco generaciones de exilados polacos.
Inteligencia en la selección de las temáticas y las historias, agudas observaciones en el tratamiento fílmico, consecuente estilo y áspera narrativa caracteriza las realizaciones de los Dardenne. “Rosetta” es un claro ejemplo.