Tortugas en fuga
Sammy y Rey son dos tortugas veteranas y amigas de toda la vida. El día que nacen las nuevas camadas, Sammy y Rey ayudan a las pequeñas tortugas a llegar hasta el mar pero en ese momento son atrapadas por un grupo de cazadores inescrupulosos que las venden a un enorme acuario subacuático. En ese acuario Samy y Rey conocen a Big D, un ser extraño y temible que gobierna con mano de hierro. Junto a todos los pobladores del acuario Sammy y Rey intentarán realizar la gran fuga.
El relato, sin ser un dechado de originalidad en la propuesta, está bien organizado y expuesto con razonable efectividad. A diferencia de la primera parte, en esta ocasión los realizadores han distribuido mejor la atención narrativa hacia los personajes secundarios, sin centrarse exclusivamente en algún personaje principal. El único defecto que arrastra a mi juicio esta segunda parte es la indiferenciación con que se presentan Sammy y Rey; los caracteres individuales adolecen de un diseño singular pregnante y distintivo. Esto hace que en la trama, los amigos formen más bien un bloque único de acciones, como si fueran un único personaje colectivo.
Como ocurría con la primera película, la versión en 3D refuerza notablemente el impacto visual de un relato más bien modesto, sólido en su estructura, pero sin brillo en el acabado de los detalles.