En general, los belgas no son considerados avanzada en animación. Es por eso que cuando salimos de sala luego de ver “Sammy´savonturen 2”, nos miramos con mi hija asombrados. No sólo de Pixar y Disney viven los niños no? Es así, el género comienza a expandirse a otras latitudes y si bien los que mueven el mercado son los mismos, comienzan a aparecer desarrollos interesantes, desde lo técnico, que merecen ser reconocidos. Esto sucede con “Sammy 2”, sin dudas.
Si, ya se. Lo primero que les sucederá en cuanto arranque la película es sentir que están viendo un clon de “Buscando a Nemo”. Quedarse tranquilos, cuando la historia avance, descubrirán que comparten un universo similar, pero el viejo Sammy (una tortuga acuática) tiene otras aventuras por vivir y si bien hay que reconocer que la historia comparte algunos elementos, lo cierto es que ofrece una fauna más compleja y hace un camino distinto para llegar a destino.
Arrancamos con Sammy, en una playa, descansando con su esposa y sus nietos, Ricky y Ella. Pero tanta tranquilidad se ve alterada cuando un grupo de pescadores, los capturan para ser vendidos a un magnate en Dubai. Dentro del pesquero en el que están prisioneros, los pequeños lograrán escapar y tendrán que ver cómo dan con Sammy una vez que descubran a donde fue llevado. Nada menos que a un acuario vip donde los humanos comen lujosamente en ambientes vidriados y acondicionados para deleitarse con la vista de los peces más exóticos que puedan imaginar.
Dentro de ese lugar, hay una estructura de poder dirigida por Big D, un caballito de mar que es quien dirige (?) y alecciona a todas las criaturas del estanque: su idea es, escapar, pero lo cierto es que no viene saliendo muy bien... hasta que nuestro protagonista comience a pensar en un plan para materializar la salida…
"Sammy 2” tiene una gran factura técnica, una paleta fantástica, mucho vértigo en un 3D logrado y detalle en la fisonomía de cada especie que describe. Es didáctica (ofrece información sobre algunos peces en relación a la trama) y muy cálida para los chicos. Sus personajes son divertidos y queribles. Quizás la historia no tenga mucho vuelo (aunque la veta ecológica está presente) pero la platea menuda no siente esa falta (si, el público adulto). Mención especial para la banda de sonido: excelente! Canciones pegadizas, clásicas que los más grandes agradecerán mucho!
Una cinta familiar que suma, probablemente no sorprenda, pero tiene valores para convocar público. Ben Stassen (el director), lo hizo de nuevo. Habrá que empezar a prestarle atención. La animación comienza a volverse global y a ganar calidad…