Si decido quedarme: rendirse o pelear
La escritora Gayle Forman empezó su carrera escribiendo artículos para revistas para adolescentes cuya temática principal eran los problemas que preocupaban a los jóvenes.
Continuó su carrera periodística trabajando para distintas publicaciones y en 2009 publicó su tercer libro, Si Decido Quedarme (If I Stay), que le valió ganar el NAIBA Book of the Year ese mismo año y en 2010 el Indie Choice Honor, entre otros premios.
En 2011 publicó la continuación de la historia con la novela Lo que fue de Ella (Where She Went), de la que no daremos más detalles para no contar "spoilers". Dato de color: el primer libro de esta autora fue una guía de viajes titulado You Can't Get There From Here: A Year on The Fringes of A Shrinking World (2005), que la llevó a visitar varios países.
Este es el primer largometraje de su obra que se adapta a la pantalla grande y, según lo que escribió en su página web, hay posibilidades de que la segunda parte también se adapte.
Lo cierto es que si ustedes creían que ya habían derramado todas las lágrimas posibles con historias de adolescentes sufridos como los de Bajo la Misma Estrella (The Fault in Our Stars), se equivocaron. Bueno, tal vez en esta oportunidad no sufran tanto.
Mia (Chloë Grace Moretz) es una joven de 17 años que prácticamente lo tiene todo: unos padres maravillosos, un hermanito adorable, un novio divino y un futuro brillante. Toca el chelo como los dioses y eso le da la posibilidad de ser aceptada en la prestigiosa escuela Juilliard, pero si esto ocurre deberá mudarse y dejar a su familia y a Adam (Jamie Blackley), el amor de su corta vida. Todo esto queda de lado cuando, en una excursión familiar en coche, ocurre un accidente y queda en un coma profundo. Increíblemente, ella puede ver lo que sucede a su alrededor y ahora deberá enfrentarse a una dura decisión: pelear para sobrevivir o rendirse y dejarse ir.
El multipremiado por su trabajo en televisión R.J. Cutler es el encargado de dirigir este film. Su experiencia es notable y se nota sus buenas intenciones para con este material, pero con eso solo no alcanza. Es que el guión de Shauna Cross es el principal problema que presenta este largometraje. La historia, que navega entre el presente en el hospital y flashbacks de la vida de la protagonista, está plagado de diálogos bastante trillados y carentes de peso dramático (aunque sí efectistas). Falta profundizar en los personajes y darles matices para hacerlos interesantes.
Por ejemplo: la relación entre los padres -unos ex rockeros con tan buena onda que son envidiables- y la protagonista es digna de una sitcom estadounidense de la década del cincuenta: no tienen ni una pelea, ni un conflicto, ni un sí ni un no. Teddy (Jakob Davies) es la personificación de un angelito sobre la Tierra, y claro está que esto es adrede para lo que se verá.
De las actuaciones no se puede decir nada porque tanto Backley como Chloë Grace Moretz logran la química deseada, y los padres (Joshua Leonard y Mireille Enos), o el abuelo interpretado por Stacy Keach, están perfectos (en un cuento de hadas serían ideales). Claramente estamos hablando de un filme cuyo principal objetivo es llegarles a los adolescentes y probablemente lo logre, pero podemos compararlo con un yogur light: liviano y bajo en calorías. Está en ustedes consumirlo o no.