Hay una clase de película que los norteamericanos o los españoles hacen varias por año.
Se realizan para que la gente entre a una sala, le cuenten una historia y salga del cine con la satisfacción de haberse distraido un rato.
Sin retorno es en un 95% una película como esas, y realmente es una rareza en el cine nacional.
Hay 5 películas argentinas que lo logran por año, pero me da la sensación de que esta lo hizo más cómodamente. Se propuso un objetivo y lo logró.
El guión tiene muy buenos detalles y una buena elaboración de los personajes.
El director hace un buen trabajo, ya que el ritmo de la película no decae, y hay escenas muy bien logradas.
Sbaraglia está muy bien. Creo que dejó de lado los gestos que tenía de hace 5 años para atrás, y al igual que en Las viudas de los jueves, compone un muy buen personaje.
El resto del elenco cumple con creces su cometido.
Sin retorno es una muy buena salida al cine, para ver un cine nacional mucho más cercano a lo que la gente ve en la televisión, o que puede leer en una novela.
Y seguramente verás que más arriba hablaba de un 95% de similitud con esas realizaciones internacionales con un objetivo claro.
Quisiera no hablar del 5% que para muchos será más que eso... creo que falla mal en algo, que no quiero detallar, pero que muchos al verla se darán cuenta.
No se si es porque el director quiso dejar en claro que al fin y al cabo era argentino, o que su apellido se parece mucho al de los Coen... pero ese 5% hará que muchos salgan enojados.
Podrían haber hecho otra y el resultado sería algo más tradicional.
Pero realmente Sin retorno es una buena película, con el objetivo simple de contarte una historia. Y definitivamente aplaudo a este cine, y ojalá que pueda tener un poco más de participación, entre tantas películas festivaleras que se estrenan cada año en nuestro país.