Basada en el libro Amor y anarquía de Martín Caparrós, la historia -real- de Soledad Rosas, la chica que pasó de privilegiada argentina a squatter y anarquista en Italia y terminó suicidándose, tiene más de un mérito (el uso de los planos, la manera de reflejar el cambio de la protagonista a través de su aspecto), pero también algunos problemas, especialmente la romantización demasiado lineal de la relación entre lo político y lo emocional. Vera Spinetta está muy bien, de paso sea dicho.