Es imposible no sentirse al menos un poco atraído por cada uno de los nuevos trabajos del director Tim Burton, producto de su vasta y fascinante filmografía.
Sin saber de antemano siquiera de qué van a ir, uno imagina que es factible volver a encontrarse con personajes oscuros o un barroquismo visual en diseños de escenografías y vestuario. A esta altura, son características de Burton que terminan por definir su estilo. Ahora, estas particularidades apoyadas sobre relatos dramáticos, y con el agregado adicional de las recurrentes participaciones de su actor fetiche (Johnny Depp) y su musicalizador (Danny Elfman), ni siquiera son garantía de éxito.
Tim Burton ha perdido algo en el camino; independientemente de los resultados, ese “algo” hace de Sombras… un producto vacío de espíritu, que no nos saca ni una mínima carcajada por más que haya gags bien construidos. Si, Burton esta vez la pifió.
Sombras Tenebrosas está basada en la serie televisiva homónima y hace recordar a productos como Los Locos Addams o Los Monsters. Johnny Depp encarna a Barnabas Collins, el heredero de un comercio familiar establecido décadas atrás por su revolucionario padre. Ante su desamor por Angelique Bouchard (Eva Green) -una empleada de la mansión obsesivamente enamorada de él- Barnabas cae en un hechizo que lo convierte en un vampiro, es juzgado como tal por el pueblo y confinado a descansar en un ataúd por decenas de años. Su regreso funciona casi como un viaje al futuro en el que se encuentra con las diferencias sociales y culturales (aquí es donde Burton emplea la comicidad como recurso ante cada pequeña alusión a cambios entre el pasado y el presente). Sin embargo, Barnabas querrá llevar nuevamente al apogeo a una familia que en su ausencia cayó en decadencia.
Además del mencionado actor fetiche, hay un importante cast detrás de esta propuesta pero, por desgracia, ninguno de ellos se luce individualmente. Actrices de la talla de Michelle Pfeiffer, que necesitan tener un “comeback”, no lo encuentran ni siquiera en esta superproducción, al igual que Jonny Lee Miller o el cantante Alice Cooper y su gratuita participación con la canción “No More Mr. Nice Guy”.
No obstante, y como decía antes, siempre me voy a sentir atraído ante cada nuevo trabajo de este director enigmático que supo fascinarnos con films como Beetlejuice, El Joven Manos de Tijera, Ed Wood y Sleepy Hollow. Por eso seguiré esperando con ansias su próxima Gran Aventura.