Enredada madeja de gritos y caras de espanto
Un matrimonio que perdió a su pequeño hijo en un accidente decide adoptar a Cody, un adorable niño de 8 años. La pareja siente la necesidad de que el pequeño sea feliz en su nuevo hogar, tras deambular por diversas casas en las que nunca se sintió cómodo. Sin embargo, y a pesar de todo el cariño que recibe, Cody se muestra extraño, tiene mucho miedo de dormir e imagina mariposas que giran a su alrededor. Sus nuevos padres asumen que todo es efecto de su pasado traumático, pero luego descubren que la razón de su miedo se manifiesta en la realidad, mientras él duerme.
De aquí en más el entramado se va complicando cuando su madre adoptiva cree ver escenas de su verdadero hijo muerto y se ve acechada por una terrorífica figura que la persigue constantemente. Cody, mientras tanto, lucha con su pasado. Y así, lo que parecía un hogar feliz se transforma en una pesadillesca sucesión de persecuciones y de muerte.
El film no difiere demasiado de las tantas historias que el cine estadounidense aportó a ese género. con chirridos de puertas, gritos y caras de espanto.
Si bien la idea original contiene cierto interés, a medida que transcurre su camino va convirtiéndose en una enredada madeja. El director Mike Flanagan, que debutó en 2003 con Ghost of Hamilton Street, intentó aquí unir suspenso y cierta calidez, pero tropezó con las muy diversas subtramas y terminó buscando el terror por los ya muy transitados caminos del género.