Este es el claro ejemplo de lo que es presentar una muy buena idea pero no saber cómo aprovecharla al máximo. “Before I Wake” es una película que empieza muy bien, pero que nunca se decide a qué género pertenecer, ni sabe cómo sacarle jugo a su interesante premisa.
Luego de la muerte de su único hijo, un matrimonio decide adoptar un niño. Es así como Cody llega a la familia. El chico tiene un poderoso y peligroso poder: materializa sus sueños. Sus nuevos padres, asombrados por la habilidad, empiezan a jugar con ella, pero sin darse cuenta que también en la misma se esconde un temible y mortal secreto.