Antes de cruzarse de vereda y dirigir el nuevo film de Star Wars, J.J. Abrams vuelve a probar suerte en el universo trekkie y sale airoso una vez más, aunque sin la frescura de la primera parte.
Al infinito y más allá
Es muy difícil contar la trama del film sin arruinar algunas cuentas sorpresas, céreamente que cuento menos sepan más lo van a disfrutar, pero igualmente aquí vamos:
Son tiempo difíciles para la Federación. Un poderoso enemigo que parece surgido de la misma organización está causando terror y poniendo a la flota de rodillas. Para detenerlo, el Capitán Kirk y su tripulación deberán viajar e un peligroso planeta con órdenes directas de eliminarlo. Comenzará así una cacería humana a través del espacio que pondrá a prueba no solo la lealtad de toda la tripulación del Enterprise, sino que también de la Federación.
Eramos toda la novedad
No es ninguna originalidad decir que Abrams es un gran narrador de historias. Sus films suelen ser siempre prolijos y bien contados a pesar de tener algunos excesos de sentimentalismo o mostrar más de la cuenta (¡Si, te estoy hablando a vos Súper 8!). Más allá de eso el querido J.J. hizo un gran trabajo presentando Star Trek a las nuevas generaciones y también dejando felices a los viejos fanáticos en el intento (o al menos a parte de ellos). A los que disfrutaron de la primera Star Trek de Abrams les traigo una buena y una mala noticia. La buena: esta secuela es similar a la primera. La mala: esta secuela es similar a la primera. Si, la buena y la mala noticia son la misma, y quedará a criterio del espectador y sus expectativas el disfrute de este film.
Mientras que el primer intento de Abrams resultó una bocanada de aire fresco en lo que parecía una franquicia ya casi acabada, con las últimas películas de la saga recaudando muy poco dinero en taquilla y yendo directo a video en nuestro país, esta secuela llega con algunas sorpresas en su trama pero con poco que la diferencie de su antecesora. Quizás este sea el único punto criticable del film ya que sobresale en todos en cada uno de los aspectos que uno espera de una superproducción de esta índole. Los efectos especiales son de última tecnología, las escenas de acción son espectaculares y tanto las actuaciones como el guión son por demás de aceptables.
Abrams junto a sus guionistas de cabecera Roberto Orci, Alex Kurtzman y Damon Lindelof, construyen la trama de tal manera que se darán unas cuentas revelaciones a lo largo del relato y aunque algunas de ellas quizás no dejen contento a los viejos trekkies (fanáticos de Star Trek), de seguro los nuevos esperadores disfrutarán y se sorprenderán con ellas. Star Trek En la Oscuridad se ve sumamente beneficiada por su villano, quien es quizás uno de los mejores malos que vimos en el cine de acción y aventuras desde que Heath Ledger interpretó a El Guasón. La fantástica actuación del británico Benedict Cumberbatch (Sherlock) va casi de la mano con un personaje lleno de matices, brillantemente escrito y a quien le toca recitar mucho de los mejores diálogos de la película. Cumberbatch se las arregla para “robarse” muchas de las escenas que comparte con el Capitán Kirk (Chris Pine) o Spock (Zachary Quinto).
Nunca falta esa cuota de humor en la película de Abrams y obviamente Star Trek no es la acepción. Chris Pine y Zachary Quinto le sacan el mayor redito a estas bromas gracias al excelente timing que hay entre ambos y aprovechando al máximo esa relación que evoca casi a un matrimonio entre Kirk y Spock.
Ser o no ser 3D
La película llega a nuestras salas con la opción de ser vista tanto en 2D como en 3D. La versión que tuve la oportunidad de ver fue en tres dimensiones y déjeme decirles que no quedé del todo contento con el resultado. Para empezar no soy un fanático del formato, sobre todo cuando la película se filma para ser estrenada en 2D pero el estudio (a pesar de la negación del director) decide hacer una conversión a 3D, tal como ocurrió en este caso. Abrams no planeo la película para que sea vista en tres dimensiones y eso está claro desde a la forma en que decidió filmarla. Muchos movimientos de cámara rápidos, mucha cámara en mano y muchos objetos que se cruzan ante nuestros ojos. No va a llevar mucho tiempo para que algunos espectadores comiencen a experimentar algunos dolores de cabeza. Dicho esto también cabe destacar que en algunas (pocas) escenas en particular, sobre todo en las que hay mucha profundidad de campo o las que transcurren en el espacio, la nueva dimensión le agrega un poco de espectacularidad a la imagen. Queda en ustedes de qué manera prefieren apreciarla.
Conclusión
Aunque Star Trek en la Oscuridad guarda muchas similitudes con la primera película, está lejos de ser un mal film. Abrams entrega una vez más una película por demás de entretenida, con excelentes escenas de acción y efectos especiales de primera línea. El guión guarda suficientes giros y sorpresas para mantenernos enganchados y las actuaciones son de lo mejor que podemos esperar en un film como este. Viejos trekkies, vayan con cuidado, Abrams y compañía nuevamente se tomaron algunas libertades.