¡Larga vida a Abrams!
Si algo positivo se puede decir sobre J.J. Abrams es que este tipo verdaderamente conoce lo que el espectador va buscando al cine y tiene una visión fantástica sobre lo que significa entretener. Presenta productos de alta calidad y convence al público de haber visto algo trascendente, que posiblemente se convierta en un título de renombre en el séptimo arte. Y con una saga como Star Trek no es para menos, con una legión de Trekkies (fans) a nivel mundial que incluye entre sus filas a famosos como Tom Hanks, Seth McFarlane, Bill Gates y Quentin Tarantino.
En esta ocasión, Abrams nos presenta un trama que gira en torno a Khan, un villano frío, inteligente y despiadado cuyos planes resultan misteriosos y desesperantes al mismo tiempo. El actor que da vida a este personaje es nada más y nada menos que Benedict Cumberbatch, gran actor que se encuentra en franco ascenso por estos días en Hollywood. La contraparte es la tripulación del Enterprise, cuyos personajes individuales se están formando una personalidad distintiva que ya habilita para ir seleccionando favoritos. Spock (Zachary Quinto), Kirk (Chris Pine), Uhura (Zoe Saldana), Scotty (Simon Pegg) y Bones (Karl Urban) entre otros, conforman un grupo bien variado cuya química en pantalla resulta ser fabulosa. Pine está cada vez mejor como el capitán Kirk, profundizando en las capas del personaje, y Pinto por su lado hace un trabajo formidable como Spock. Me gustó mucho el cameo de Leonard Nimoy y la incorporación del Peter Weller (Robocop).
La historia, si bien presenta algunos baches menores, resulta interesante y con algunas vueltas de tuerca atractivas que mantienen al espectador atento durante las 2 horas 12 minutos que dura el film. Es uno de los pocos casos en los que un tiempo de duración tan extendido no resulta pesado y de cierta manera se justifica para redondear la trama. Quizás lo más flojo tuvo que ver con la incorporación de demasiados factores, lo que genera que se profundice menos sobre ellos. Ejemplos de estos son la historia de Khan, de la nueva tripulante Carol, los klingons y algunos aspectos más que no diremos para no spoilear. Abarcar un gran número de personajes y situaciones deriva en que no siempre se pueda lograr un tratamiento completo de ellos, aunque creo que Abrams logra salir airoso del tema reduciendo los baches al mínimo.
Redondeando, creo que Abrams se supera a sí mismo y logra un entretenimiento absoluto de un producto que muchos ya conocemos como la palma de nuestra mano, y eso no es algo fácil de lograr. Ojalá pueda mantener esa visión y creatividad para los nuevos episodios de Star Wars. Muy recomendable.