En la noche más oscura
A casi 50 años del inicio de una serie televisiva que luego se convirtió en saga cinematográfica, se acaba de estrenar una versión dirigida por J. J. Abrams, el de Lost.
Viaje a las estrellas (Star Trek) empezó en la década del '60 como una serie sin demasiado éxito que sin embargo se transformó luego en un fenómeno que llega hasta la actualidad.
Doce largometrajes en total, y varias series posteriores a la original, confirman la vigencia. Sin embargo, con la llegada de un nuevo elenco interpretando a los personajes de la serie original y con J. J. Abrams en la realización, Star Trek parece haber logrado su máximo nivel y salirse de su público cautivo, sus muy fieles fans, para llegar mucho más allá, donde ninguna otra Star Trek había llegado antes.
Abrams, creador de series como Lost, y director de grandes películas como Misión: Imposible III y Super 8, es lo que marca la diferencia. Cuando en el año 1979 la serie llegó al cine por primera vez, lo que ofrecía era el poder ver en pantalla grande a la nave Enterprise y la película se ocupaba largo y tendido de ello.
Pero con estos nuevos dos films, Abrams apostó a dos cosas: un elenco brillante y espectacular, y la creación (o recreación) de personajes que lograran cautivar a todos los espectadores que nunca se interesaron en Star Trek. Esta característica se veía claramente en Star Trek (2009) y se potencia y llega a su punto más alto en Star Trek 2: En la oscuridad.
Todos los personajes son interesantes, todos los actores están bien y, como corresponde, la película tiene un villano memorable interpretado por Benedict Cumberbatch. Los toques de humor funcionan, las escenas de acción son impactantes y el equilibrio entre drama, espectacularidad y emoción.
Aunque no hay nada kitsch ni retro en la película, aunque no hay nada disparatado ni absurdo ni clase B, hay que decir que el espíritu de la serie original no es traicionado, sino que es mejorado.
Quienes no hayan oído jamás hablar de la serie o quienes sean fanáticos de la misma, disfrutarán de esta película por igual. No hay misterio, hay oficio para lograr esto.
No se puede contar nada de la trama por una razón muy simple: estamos frente a uno de los mejores films del año, y cada escena, cada sorpresa, cada acción, valen la pena por sí mismas. A pesar de que muchos creen imaginar cómo será esta película, les digo que está llena de sorpresas, gracias a su extraordinario director y su incomparable elenco.