Regreso triunfal…
Situada veinte años después del final de la primera parte, ésta secuela de la noventera ‘Trainspotting’ nos muestra a un cuarentón Renton (Ewan McGregor) que regresa a su Edimburgo natal para enmendar las cosas con sus antiguos amigos Sick Boy (Jonny Lee Miller), Spud (Ewan Bremner) y el demente Bebgie (Robert Carlyle). En este nostálgico viaje, repleto de nostalgia y rencores, la vieja pandilla buscará la redención intentando llevar a cabo un negocio junto a la joven Veronika (Anjela Nedyalkova).
Danny Boyle vuelve a demostrar su excelencia como cineasta en esta adaptación de la novela ‘Porno’, escrita por Irvine Welsh. La tarea de hacer una secuela que le haga honor a la clásica primera entrega parecía arriesgada, y sorprendentemente lograron hacer una continuación épica, emotiva e individualista que promete dar mucho de que hablar.
Vamos a comenzar por la historia. El guionista John Hodge nos trae a nosotros una historia que no se limita solo chuparle la sangre innecesariamente a la primera parte, si no que presenta nuevas situaciones en las cuales los personajes actúan acorde a la edad que tienen en éste tiempo, claro que manteniendo como estandarte las personalidades icónicas de cada uno de éstos. Los diálogos son igual de fuertes que los personajes, el enfoque maduro de algunos de éstos difiere mucho con el mensaje pesimista y auto-destructivo de la primera parte, por lo que la “evolución” de ésta simpática parda de loquitos está plasmada como debe ser.
Claro que ésto no me hubiese volado tanto la capocha de no ser por los grandiosos actores que se reincorporaron al film. Los cuatro actores principales tienen una capacidad magistral a la hora de meterse nuevamente en los personajes, el tiempo no hizo que sus caracterizaciones se vean oxidadas en lo más mínimo y hasta consiguieron darle una vuelta de tuerca fresca jugando con la vida que éstos mal vivientes tuvieron en éste transcurso de tiempo en el que estuvieron distanciados. Y ni hablar de la perfección en la química que éstos mantienen, la cual se explora mediante flashbacks que van a hacer lagrimear a más de uno. Con respecto al humor escatologico, en esta secuela se puede divisar alguna que otra escena repulsiva, pero no tanto como en la primera parte. Siéndoles sinceros, queridos lectores, me hubiese gustado ver alguna que otra asquerosidad más suelta por ahí, quizás para respetar aún mas el estilo de la original, pero no es un elemento crucial en lo que la idea intentaba transmitir, por ende puedo dejar pasar esta pequeña observación..
Danny Boyle decidió exagerar con el estilo inglés al dirigir éste proyecto, lo cual es un punto muy positivo ya que es la zona de confort del cineasta. Los planos, los efectos visuales y los montajes repletos de analogías y simbolismos me recordaron mucho a los de la serie “Sherlock”, claro que manteniéndose fiel al estilo que Boyle utilizo en ‘Trainspotting’ para que la esencia se matenga intacta. La fotografía tiene un apartado hermoso y épico, con tomas bien armadas y estilizadas de una forma bellisima.
Por cierto no se olviden echarle un vistazo al espectacular soundtrack de la película. Variado, clásico y acertado, esas son las palabras perfectas para definirlo.
“T2: Trainspotting” es una secuela excelente. No se limita a ser un refrito del primer film y le regala al espectador una historia nueva, bien contada, bien escrita, grandiosamente dirigida y con una fluidez visual ágil y un control del humor-drama más que soberbio. Si vieron la primera parte van a amar este nuevo capitulo, y si no, corran a verla y luego deleitense con una continuación que valió la pena esperar.