La primera gran película del año
Danny Boyle me cae realmente bien, es decir, como puede no caerte bien un tipo que dirigió películas como Trainspotting y La Playa (The Beach). Sus trabajos tiene una energía especial que otro tipo de películas no tienen, sus trabajos respiran buena onda y energía. La suficiente energía como para atrapar a un espectador durante dos horas. Sus películas, forman parte de mi apartado de películas favoritas, por solo citar un ejemplo, Steve Jobs me pareció uno de los mejores films del 2015.
Pero dejemos el pasado atrás y centrémonos en el hoy, este 2017 llegó a los cines T2: Trainspotting y para la satisfacción de todos los fans de la primera entrega, puedo asegurarles que esta segunda parte sigue el buen camino de su predecesora, con energía y paso firme. Ahora los protagonistas, ya más viejos, deberán encarar la situación de reencontrarse los unos con los otros y resolver en lo que se han convertido sus tristes vidas, después de 20 años.
¿Se puede cambiar? ¿Se puede alterar la esencia de una persona? La película nos pregunta esto todo el tiempo, y si bien su respuesta pueda parecer ambigua, algo es cierto, la misma es esperanzadora. Los destinos de Renton (Ewan McGregor) y los demás se vuelven a cruzar y surge la oportunidad de amasar una gran cantidad de dinero con un negocio un poco sucio. A partir de allí, resurgen las viejas amistades y las desconfianzas.
¿Se puede cambiar? ¿Se puede alterar la esencia de una persona?
T2: Trainspotting se muestra lleno de referencias a la primera parte, pero las mismas no son groseras y obscenas. No cae en el papel burdo de restregarte las cosas en la cara para que el espectador se masturbe con su propia nostalgia. No, Boyle es sutil y sabe respetar a la mística de la primera entrega con entereza.
¿Qué más se puede pedir de una secuela que no sea no arruinar la primera parte? Bueno, aquí seremos espectadores de una de esas pocas secuelas de la historia del cine donde el director cumple con lo que se espera de la misma, claro, sin superar a la original. Quizás el único problema que noto es que por momentos deja cosas un poco sobre el tintero sin profundizar como es debido.
T2: Trainspotting comienza con el personaje de Renton corriendo, a diferencia del final de la primera en la que caminaba apaciblemente hacia su futuro, aquí escapa de su pasado, de sus errores, pero esta vez la única manera de escapar es sumergirse de lleno en sus problemas, y darles un cierre de una buena vez.