Vuelta al universo de Welsh. En esta oportunidad Boyle apunta a la nostalgia más que a la originalidad, y así y todo, en el reencuentro con los personajes hay algo que genera un disfrute y empatía desde el primer momento.
El logrado tratamiento de la imagen, una banda sonora potente, las sólidas actuaciones de los protagonistas (que retoman desde su actualidad la interpretación), las desventuras de un guion que bucea en el regreso de Renton (Ewan McGregor), su reencuentro con sus ex compañeros de ruta y los fantasmas del pasado que lo siguen acosando como siempre, hacen de “T2: Trainspotting” una experiencia generacional.