Pequeños detalles entre padres e hijos
En la película de Ana Guevara y Leticia Jorge un padre separado quiere compartir un tiempo de vacaciones con sus hijos (una adolescente y un niño) y se los lleva a un complejo turístico de cabañas en Salto. La lluvia que no cesa los mantiene encerrados tratando de sobrellevar las horas lo mejor posible. Pero al padre se le nota el esfuerzo en todo: en querer ser amable y amigo, en querer ser la autoridad, en querer sentirse aún en carrera como hombre y a la joven -que conoce a un chico que cree interesado en ella (primer amor y primera decepción, todo en un solo paquete)-, también se le notan las ansias de ser mayor y libre.
Tanta agua, opera prima uruguaya, nos acerca una mirada sobre lo que vendrá y lo que se fue en pugna, los conflictos entre padres e hijos, el tránsito de la niñez a la juventud, enamoramientos como destellos y heridas de amor que hacen crecer, concentrándose en una historia pequeña pero reconocible, contada clásicamente, con los tiempos y los detalles que ya son marca del cine oriental. Puede que no haya originalidad pero hay frescura, personajes bien construidos, buenas actuaciones y una acertada puesta en escena.