Cuando el cine juega a la experimentación Cine experimental ultra-radical. Experimento audiovisual con imágenes del Hombre surcado por el paso del tiempo, por su relación con la Naturaleza, con la Ciencia y el Cosmos. Once directores se animan a diversos géneros en un extraño e interesante film. Ernesto Baca, hacedor de Samoa, oficia aquí de productor junto a Jessica Blanco y presenta estos capítulos donde se fusionan material de Internet, found footage y VHS, entre otros. La música realizada por el artista sonoro Gustavo Esnaola Moro funciona a manera de unión de cada uno de estos retazos experimentales. Se destacaron los remixados VHS de una reunión en una quinta familiar -con esos colores saturados de las viejas filmadoras- y una especie de operación a ojo abierto, que puede inquietar a más de un espectador, en una forma de reinventar la famosa escena de Un perro andaluz, de Luis Buñuel. Recomendable para los que buscan lo realmente extremo. (Esta reseña fue publicada tras su presentación en la sección Cine del Futuro del BAFICI 2011) Nota: A lo presentado oportunamente en el BAFICI se le suman cuatro nuevos artistas visuales, Melisa Brito Aller, Valentina Cuello, Santiago Davico y Josefina Muslera, seleccionados a partir de la convocatoria abierta en el mes de diciembre pasado. Entendiendo el estreno como una oportunidad de apertura y expansión, se tomó la decisión de sumarle un nuevo episodio a cada función.
El cine por asalto Teoría de cuerdas (2011) es una propuesta experimental que muestra un cine diferente, en donde las imágenes y los sonidos toman por asalto la pantalla para representar el universo en su estado más puro. Dirigido de manera colectiva por casi una docena de jóvenes directores (Luján Montes, Gabriel González Carreño, Clara Frías, Laura Focarazzo, Oscar Maio, Luciana Foglio, Eugenia De Rossi, Sergio Brauer, Juan Tancredi, Antonio González Mediondo y Amado Casal), el film sigue la línea impuesta por Ernesto Baca (Música para Astronautas, 2009) -aquí productor-, en donde la lógica no existe. Una serie de episodios individuales y de diferentes texturas creados con imágenes extraídas de internet, por found footage (películas construidas a partir de otras), filmaciones caseras y otras exclusivas para el film, conforman una especie de universo surrealista. Pareciera ser que la condición al momento de iniciar el proyecto fue la representación libre de un elemento mineral (platino, hierro, etc.) bajo cualquier forma cinematográfica. De esta manera se permite experimentar con los materiales que se tengan, se encuentren o se deseen, dejándose llevar por una libertad creativa que el cine narrativo no se permite. Aquí encuentra en Teoría de cuerdas un modo de representación pictórica, alejada de toda convencionalidad y forma con la que el cine nos tiene acostumbrados. El plano visual abstracto y la sonoridad circundante son las premisas a la hora de ver una propuesta en la que once directores y un artista sonoro (Esnaola Moro) renunciaron a lo convencional para presentar una película tan desconcertante como movilizadora. Para bien o para mal, de acuerdo con los ojos que se mire.
¡Por fin cine experimental y vanguardista! Teoría de Cuerdas, es sin dudas una de las propuestas más radicales que dio este BAFICI. Es verdad que para alguien que va sin haber visto alguna vez un film de estas características y no sabe que va a ver, esta película no va a gustarle. Pero así comenzó en sí el cine y a la vez este es el futuro. Películas abstractas, con mensajes incluidos, pero adaptados a formas plásticas, figuras artísticas distintas. Una variedad de cortos que experimentan y llevan los sentidos a otra parte de la sala. Música e imagen van y no van de la mano en esta propuesta apocalíptica e indescriptible. Hay que verla para disfrutarla. Cierto, es que cada corto es distinto, alguno más concreto que otro, pero si el orden parece casual, les digo que no es así. Si bien se podría haber ordenado diferente, para que los saltos no sean tan contundentes y bruscos, tambien es verdad que la suceción:abstract-concreto-abstracto-concreto sirve para que aquel que no haya visto films de estas características no se sienta tan cansado, o que la vista le sea tan pesada...
Para (los muchos) que desconozcan su origen, la “teoría de cuerdas” es una “hipótesis” de la física que asegura que las partículas materiales que forman “los objetos” tal y cual los conocemos son en verdad vibraciones de un objeto de estructura básica llamado cuerda. Sería que todo lo que vemos y palpamos proviene de una estructura simple de cuerdas expandida a través de vibraciones producidas por las mismas cuerdas ¿Se entiende?, bueno más o menos; pero de esta teorías proviene el título y la premisa (por decirlo de algún modo) de este film experimental que se estará proyectando todos los jueves de marzo en el Centro Cultural de la Cooperación en el único horario de 20:30hs. "Teoría de cuerdas" es un proyecto – nunca mejor dicho – creado por Ernesto Baca que convocó a 11 directores (Clara Frías, Antonio González Mediondo, Luján Montes, Laura Focarazzo, Oscar Maio, Amado Casal, Luciana Foglio, Gabriel González Carreño, Juan Tancredi, Sergio Brauer, y Eugenia De Rossi) junto con el diseñador de sonido Esnaola Moro para realizar un film coral, de cierta manera episódico, con la propuesta de una banda sonora y un mineral para cada uno, y a partir de ahí plasmaran en imágenes lo que esos dos elementos le producían, claramente sin necesidad de una lógica estricta. Volviendo al principio, la teoría física habla de una estructura básica que se transforma con las vibraciones. La premisa de este film intenta aplicar eso; elementos básicos, un sonido, una imagen, un mineral, que se transforman en otra cosa (lo que sea) a través de darle movimiento. Estos once directores hacen uso de todos los recursos imaginables, se podrán ver imágenes en distintos formatos, desde filmaciones originales, hasta reconstrucción de otras filmaciones para darle un nuevo “sentido”, conjunción de imágenes fijas superpuestas, y otras saturadas o yuxtapuestas para causar una impresión. Ante semejante propuesta, no es fácil dar una sola opinión, "Teoría de cuerdas" renuncia a lo narrativo, no hay un hilo a seguir, son once “cortos” individuales, de diferente estructura y textura, pero que extrañamente logran un todo homogéneo. No hay una historia a seguir, ni general ni fragmentada, ni lineal ni alternada, es pura expresión de imagen hecha movimiento. Claramente no estamos ante un film para el público masivo, pero para quienes deseen contemplar una propuesta tan original, única, como arriesgada artísticamente no saldrán para nada disconformes. La sensación al haber abandonado la sala es la de haber visto algo que nunca antes se vio, tan interesante como subyugante, y extrañamente pese a no tener narración alguna logra atrapar al espectador. Aquel público ávido de experiencias artísticas tiene una buena oportunidad para ver un proyecto que rara vez llegue a estrenarse en una sala. "Teoría de cuerdas" viene a demostrar que no hay una sola forma de hacer cine, de montar una película; y este film, por más ajena que parezca que la propuesta y por más dependiente que sea de otras ramas del arte, es cine puro, en una esencia nunca antes descubierta. Adelante los aventureros de nuevas sensaciones frente a una pantalla.