Disparatados enredos amorosos
Terapia en Broadway (She´s Funny That Way, 2014) -escrito y dirigido por el reconocido Peter Bogdanovich- es un film en el cual se despliega un tono similar a las screwball comedies surgidas durante el periodo de cine clásico norteamericano. El género de la screwball comedy es conocida en español como comedia sofisticada o alocada. Uno de los representantes de dicho género en su época dorada ha sido Ernst Lubitsch, homenajeado aquí con una cita a su film Cluny Brown (1946), especialmente con la frase “Squirrels to the Nuts” (ardillas a las nueces), la cual es recurrente durante toda la película, siendo un disparador de conflictos fundamental en la misma. Accedemos a este relato bajo la voz de uno de los personajes principales, Izzy (Imogen Poots), quien va narrando los acontecimientos de forma muy peculiar en una entrevista. Es decir que toda la historia estará mediada por su punto de vista, del cual no sabremos qué es verdad y que no, pero si nos mantendremos interesados en ella debido a su verosimilitud y a lo divertido de los acontecimientos. Isabelle (Izzy) al narrar la historia se compara con grandes divas de Hollywood como Lana Turner y Marilyn Monroe, ya que ella también desea convertirse en una estrella. Incluso cita al film Breakfast at Tiffany´s (1961), sintiéndose identificada con el personaje interpretado por Audrey Hepburn. Para Izzy no importa la verdad sino la manera en que un relato resulta interesante hasta el punto de convertirse en un mito.
Esta comedia de enredos amorosos, cuyo nivel de coincidencias y comicidad nos remite al cine de Woody Allen, articula las vidas de Izzy -una prostituta aspirante a actriz-, Arnold (Owen Wilson) un director de teatro que se involucra con ella pero que cree erróneamente que jamás volverá a verla; Delta -su esposa y la actriz principal de la pieza a representar-; Seth (Rhys Ifans), su compañero en la obra, quien es toda una celebridad y está enamorado de Delta desde hace años y Joshua, el escritor de la obra de teatro. A su vez, habrá otras coincidencias que involucran a la novia de Joshua, Jane (Jennifer Aniston) quien representa a una terapeuta nada convencional. Estos triángulos amorosos se multiplican a medida que avanza la intriga, no sólo a través de estos personajes principales, sino también con otros secundarios. La trama en si misma poseerá enredos que se trasladarán también al plano formal: el relato es anacrónico y posee vaivenes temporales que enfatizan aún más lo absurdo de la historia. El universo diegético posee varios niveles de significación a nivel estructural: por un lado la entrevista, dentro de la misma la historia entre todos los personajes y dentro de la misma el ensayo de una obra de teatro. La redundancia y superposición de significados es constante, ya que incluso la trama de esa obra a ensayarse habla acerca de la traición amorosa.
Un aspecto que se descubrirá una vez avanzada la intriga es que Arnold es un personaje que lleva una doble vida, e Izzy no ha sido la única prostituta que él ha influenciado como un mecenas para que deje ese estilo de vida. Mediante la frase “Squirrels to the Nuts” él ha incentivado a varias mujeres para que realicen sus sueños. Esa frase funciona como una metáfora de que nadie puede decirle a ninguna otra persona cuál es su lugar o qué debe hacer, cada cual debe hacer lo que considere su destino o propósito. Porque como dice Izzy, inclusive una prostituta que es una “musa” necesita de otra “musa”. De esta forma, Bogdanovich, tan intrépido como siempre, no realiza un juicio sobre la moralidad de los personajes. Al final del film habrá una sorpresa célebre en un cameo que será el remate final del film, incluso se seguirá dosificando información a través de los créditos de clausura.