She's Funny That Way recupera dos pájaros de un tiro: por un lado, el regreso de la querida comedia de enredos a la pantalla grande, y por el otro, el retiro del laureado director Peter Bogdanovich, cuyo último proyecto a lo grande fue The Cat's Meow, con Kirsten Dunst en 2001. Gracias a la fuerza interpretativa de todo el elenco y a la rapidez de los diálogos -que remiten mucho al cine de Woody Allen- es que la película sobrevive a ser un mero homenaje a una época dorada de Hollywood que poco a poco se ha diluido.
Como excusa para narrar los diversos enredos que ocurren en pantalla, una entrevista a una joven actriz ascendente de turno -una Imogen Poots en uno de sus mejores momentos, oro puro- es que una entrevistadora va llenando los huecos de la vida detrás de esta joven, quien en su pasado fue una acompañante y gracias a ese trabajo se le abrieron las puertas a la actuación, en teatro primero y en cine luego. Las historias cruzadas que se ven a continuación involucran a un puñado de personajes, todos relacionados de alguna manera los unos con los otros, mientras que de fondo lo que los une es la realización de una nueva puesta en escena de un director bastante mujeriego y poco redimible -Owen Wilson, correcto pero casi en piloto automático-.
Las idas y venidas entre este elenco -la esposa de él, el galán de la obra, el guionista de la misma, su novia psicóloga, un juez obnubilado por la joven prostituta devenida en musa y demás- elevan el ritmo y las apuestas, ya que es un detalle muy interesante ir conectando cabos a medida que los personajes deambulan en escena, entre bambalinas de Broadway, habitaciones de hotel y consultas psiquiátricas. Entre situación y situación, entre un momento lúdico y otro, y de cameo en cameo es que transita su camino She's Funny That Way, sin sorpresas mayores pero rebosante de gags y un elenco disparando hacia todas las direcciones. No hace falta ver más allá de la ofuscada y harta psicóloga que interpreta con ingenio Jennifer Ansiston o la explosiva cónyuge de Wilson -una siempre bienvenida Kathryn Hahn- para entender el grado de histeria hilarante que maneja Bogdanovich, quien también firma el guión junto con su entonces esposa Louise Stratten -sí, el guión data de hace quince años, pero es igualmente disfrutable y no ha envejecido tanto-.
She's Funny That Way no es un locurón de comedia, pero cumple su cometido de ser un loable homenaje a grandes comediantes del género y también como una exponente del género en su propia salsa, con un elenco conjunto que hace maravillas, como si se conociesen de toda la vida. Un resultado bastante agradable.