Todos con todos
Humor, enredos y varias estrellas, en un combo bien batido por Peter Bogdanovich.
El realizador de La última película y Luna de papel regresó a los cines, tras dedicarse a la actuación y dirigir producciones para la TV. Y precisamente la última película de Bogdanovich para el cine había sido El maullido del gato, por la que Kirsten Dunst ganó como mejor actriz en Mar del Plata 2001 (la rubia se enteró del premio años después en una entrevista con Clarín), por lo que podría temerse que el realizador de Mask hubiera perdido timing. Pero no.
También es cierto que Terapia en Broadway es una comedia pasatista, con personajes enamoradizos, y que cruza parejas como si se tratara de un vaudeville u obra de teatro en la que las puertas de las habitaciones se cierran y abren generando confusiones y engaños.
Mucho hay de ello. Y si a alguno de los títulos más renombrados de Bogdanovich se parece, en tono y no mucho más, es a ¿Qué pasa doctor?, con Ryan O’Neal y Barbra Streisand.
Arnold (Owen Wilson) es un director de teatro a punto de montar una obra en Broadway, y en el casting se encuentra con una “acompañante” a la que había conocido hacía poco.
Isabella (Imogen Poots), ante la negativa del hombre, termina quedándose con el papel de prostituta que tan bien conoce y para el que audicionó, ya que la mujer del director, que es actriz (Kathryn Hahn) y tuvo un amorío con el otro actor protagonista (Rhys Ifans) la ve perfecta para el rol.
Habrá más complicaciones con la hija de una terapeuta que se hace cargo de los pacientes (Jennifer Aniston), y es la pareja del autor de la obra (Will Forte), que se enamora de Isabella, y muchos pero muchos más cruces que hacen, más que a la trama en cierto punto, a la pretendida diversión del filme.
Como que también es un placer y una distracción encontrar y/o reconocer a distintas estrellas con cameos o pequeños papeles, como Tatum O’Neal (a 42 años de Luna de papel, como una mesera), Richard Lewis y Cybill Shepherd (los padres de Isabella), Debi Mazar (la madama), Michael Shannon (un policía) más Colleen Camp y hasta... Quentin Tarantino.
Resumiendo, una película cuyo lema es “Tu lugar es donde estás feliz” para una salida amable y poco más.