La obra de Damián es una ficción basada en un hecho real y nada menos que de sus propias entrañas, ya que se trata de su familia.
Desde ese punto de partida y considerando la temática, la violencia de género, nos dice mucho de la valentía del director.
Alberto Luis Galateo, el abuelo, no fue una persona cualquiera. Este hijo de inmigrantes italianos, nacido en Santa Fe, logra ingresar a Colón de Santa Fe donde comienza una carrera promisoria llegando a ser un reconocido goleador.
Entre los méritos que se le adjudican está, entre otros, el de participar en la selección nacional en uno de los primeros campeonatos de fútbol en el que Argentina fue parte y gracias a él tuvo un papel decente.
Ese era el hombre, el crack, el famoso goleador y de quien su imagen aparecía en figuritas.
Pero a la vez fue un violento monstruo que golpeaba a su mujer y a sus hijos llegando a destruir un ojo a su compañera de un puñetazo. O por envidia arruinarle la carrera futbolística a su hijo.
Ante años de padecer a ese ser inhumano, cuando en una ocasión él llega alcoholizado y amenaza con un cuchillo a su mujer y su hija, uno de sus hijos le da muerte con tres disparos.
Esta es la tragedia familiar que se mantenía en silencio dentro del grupo y que Damián enfrenta y saca a luz.
Este acto de valentía permite además de enfrentar los demonios ayudar a otros a que los enfrenten.
Pero más allá de este valor que posee la obra, y que no es poco, esta la forma original en que la narra asemejando a una película de terror con las características estéticas típicas de ese género tanto en lo visual como en lo sonoro.
Esto lleva a contar una historia de violencia de género desde un ángulo no común haciendo de esta manera un aporte estético.
Terror Familiar de Damián Galateo es un gran film que muestra una forma diferente de enfrentar los demonios.