Alberto Luis Galateo, fue un jugador de fútbol en los años 30 que jugó un mundial con la selección argentina y fue estrella de equipos de Santa Fe y Buenos Aires. La película cuenta en parte eso, pero descubre algo que no está en las estadísticas deportivas, y es que el Galateo era un violento que golpeaba a su esposa y sus hijos. La tragedia finalmente se desplegó completamente sobre la familia y este documental ficcionalizado narra esa trama familiar y esa historia infame que permaneció en silencio mucho tiempo.
El director es el nieto del jugador y fue justamente él quién al descubrir la historia familiar se quedó con preguntas que decidió contestar en esta película. Los primeros minutos son los mejores, narrada como un film de terror europeo de la década del setenta, el director expresa la violencia doméstica como una genuina historia de terror. Luego cuando los actores interpretan los testimonios la cosa se deshace y las explicaciones teóricas terminan por quitarle la locura arriesgada del comienzo.
Aún con apuestas fallidas, Terror familiar tiene el deseo de explorar formas cinematográficas menos tradicionales para el documental, que no termine de encontrar la forma perfecta no le quita sus méritos e intenciones.