Unos zombis muy estrafalarios
Woody Harrelson protagoniza esta película que desafía las convenciones del género de los muertos vivos.
Los zombis, esos seres de ultratumba, poseen también su lado humorístico, como lo prueba este film. El director Ruben Fleischer, basado en un original guión, los ubica en un mundo en el que toda la raza humana ha desaparecido como consecuencia de un virus que la convirtió en monstruosas criaturas. Ciudades y pueblos están destruidos, todo es desolación y ruinas. Entre ellas, sin embargo, aparece Columbus, un joven que se salvó de convertirse en zombi.
En su camino encuentra a otro humano no contaminado, Tallahassee, un rudo individuo que desea, como Columbus, exterminar a esa plaga. Cuando el relato parece enfilar hacia lo tétrico, da una vuelta de tuerca para inscribirse en la divertida aventura de esos dos cazazombis que se tropiezan, a cada paso, con algún peligro, en un relato que es una especie de road-movie con elementos.
El dúo pronto se convierte en cuarteto cuando se les unen Wichita, una bella joven, y Little Rock, su hermana adolescente, quienes también se han salvado de la contaminación del maléfico virus. Los cuatro llegan a Los Angeles, donde los zombis también se apoderaron de la ciudad. Allí, entre acertados gags, humorísticos diálogos y jocosas situaciones recalarán en una lujosa mansión perteneciente al actor Bill Murray, donde se verán sorprendidos por la aparición de decenas de zombis. Sería indiscreción relatar el final de esta aventura, pero bien vale decir que a todas y cada una de las escenas encierran algún elemento novedoso que no escapará a la suspicacia de los espectadores. El director supo imponer la necesaria cuota de humor a esta muy entretenida comedia que actualiza el género de terror y se burla del apocalíptico mundo que muestra. La labor de Woody Harrelson como ese invencible cazador de monstruos, y Jesse Eisenberg, en el papel del tímido joven que saca fuerzas para defender a su amada cubrieron con enorme simpatía sus respectivos personajes, en tanto que Emma Stone y Abigail Breslin salieron también airosas de sus respectivos compromisos.