Zombieland es a las películas de zombies lo que Scott Pilgrim a las películas basadas en comics. Ambas cuentan con protagonistas adolescentes que pelean por su vida, ellos tienen una chica deseada que es inaccesible y, a nivel estético, tienen efectos gráficos del mismo estilo, sobreimpresiones y escenas ralentizadas. Además salen del esquema preestablecido para sus respectivos géneros.
En un estado crítico universal, el mundo es tomado por zombis y los seres humanos no infectados son la minoría. El primer personaje que conocemos es Columbus (Jesse Eisenberg), el clásico antihéroe, quien nos presenta una serie de reglas de supervivencia, por si alguna vez a nosotros también nos toca enfrentar zombies; luego aparece de casualidad y con aire desenfadado Tallahassee (Woody Harrelson) y por último, como no podía faltar y para sacarnos del machismo en el que solo los hombres matan muertos vivos, llegan Wichita (Emma Stone) y Little Rock (Abigail Breslin). Entre los cuatro lucharan por sobrevivir y llegar, cada uno, a su supuesto lugar sin zombies, su refugio.
La película no es de terror, sino que se ubica mejor dentro de la comedia y se perfila como película de culto dentro de los próximos 10 años. Ya desde un primer momento se define como cómica y no sale de ese lugar, en gran parte se lo debemos a Woody Harrelson, quien se roba el protagonismo y es sin duda, el mejor actor que se podría haber elegido; es corajudo y enfrenta sin problemas a los malos, tiene un solo fin y aunque suene surrealista, todo lo hace por comerse un Twinkie.
El director del film, Ruben Fleischer, debuta en la pantalla grande con esta película, y hace un trabajo más que correcto. El guion es, junto con los actores, el gran acierto del film; diálogos concretos, gags eficaces y sobre todo la inclusión de Bill Murray es sin duda la cereza del postre. Si les gustan los zombies es sin duda, imperdible.