Los meses porteños de Duchamp
Michel Noher interpreta al célebre artista durante su estadía en Buenos Aires.
El año que viene se cumplirá el centenario de la estadía en Buenos Aires de Marcel Duchamp, que vivió aquí nueve meses entre 1918 y 1919. El misterio rodea a esa visita: no se sabe bien por qué vino, a qué se dedicó ni por qué se fue antes de lo previsto. Esta suerte de leyenda urbana real es el germen ideal para una ficción que imagine cómo fueron los días de uno de los artistas más influyentes del siglo XX en este rincón del mundo.
Pero Galperín y Podolsky no intentan reconstruir los pasos porteños de Duchamp en términos realistas, sino que trazan un paisaje a la medida del personaje. Es decir: surreal, onírico, lúdico, en blanco y negro y en estricto francés, como para potenciar el efecto de extrañamiento. El único anclaje documental está dado por las cartas del creador del ready made, leídas por una voz en off. Allí, Duchamp (un correcto Michel Noher) expresa sus contradictorios sentimientos hacia Buenos Aires: de la admiración inicial pasa al desprecio.
Paseos por unos bosques de Palermo utópicos, partidas de ajedrez unipersonales, un mate cebado con tetera, las andanzas del francés con sus amigas Yvonne Chastel y Katherine Dreier: los retazos que arman esta experiencia sensorial, dotada en algunos pasajes de una gran belleza visual.